El Universi Dominici Gregis es una Constitución apostólica promulgada por el papa San Juan Pablo II el 22 de febrero de 1996, con el propósito de establecer las normas que rigen la sede vacante y la elección del Sumo Pontífice.
Este documento reemplazó regulaciones anteriores y adaptó el proceso del Cónclave a los tiempos modernos, asegurando que la sucesión papal se lleve a cabo en un ambiente de oración, discernimiento y comunión eclesial.
¿Por qué fue creada esta Constitución?
San Juan Pablo II redactó el Universi Dominici Gregis para garantizar que la Iglesia pueda elegir a su nuevo líder bajo la acción del Espíritu Santo, sin interferencias externas. La Constitución establece reglas claras sobre el papel del Colegio Cardenalicio, el desarrollo del Cónclave y los requisitos para la elección del nuevo Papa.
Aspectos clave del Universi Dominici Gregis
- Sede Vacante: Se confirma oficialmente la muerte o renuncia del Papa, se sella su residencia y el Cardenal Camarlengo asume la administración temporal del Vaticano.
- El Colegio Cardenalicio: Solo los cardenales menores de 80 años pueden votar en el Cónclave.
- El Cónclave: Los cardenales electores se encierran en la Capilla Sixtina, bajo voto de secreto y en espíritu de oración, hasta elegir al nuevo papa.
- Elección del nuevo papa: Se requiere una mayoría de dos tercios para la elección. En 2007, el papa Benedicto XVI reafirmó esta norma para evitar la elección por mayoría simple.
- Aceptación y anuncio: Una vez elegido, el nuevo papa acepta el cargo, elige su nombre y se proclama al mundo con el tradicional “Habemus Papam”.
Un documento con profundo significado espiritual
Más allá de ser un texto legal, el Universi Dominici Gregis es un documento de gran espiritualidad. San Juan Pablo II enfatizó que la elección del papa debe realizarse con humildad, temor de Dios y bajo la guía del Espíritu Santo.
Este documento sigue siendo la base del proceso de elección papal en la actualidad, asegurando que la Iglesia continúe su misión con un liderazgo legítimo y guiado por la fe.