La plaza de San Pedro del Vaticano se llenó este domingo de emoción y júbilo, cuando miles de fieles se congregaron para presenciar el saludo del papa Francisco, transmitido en directo desde el hospital Gemelli, poco antes de recibir el alta tras 38 días ingresado por una grave infección respiratoria.
El pontífice, de 88 años, reapareció brevemente en silla de ruedas en una ventana del hospital antes de regresar al Vaticano, lo que desató una gran ovación de los presentes en la plaza, que llevaban banderas, rosarios y pancartas con mensajes de apoyo.
Gritos de ‘¡Viva el papa!’, aplausos y lágrimas se mezclaron en la plaza de San Pedro cuando la imagen de Francisco apareció en las pantallas gigantes instaladas para los fieles.
En silla de ruedas y con una sonrisa serena, Francisco quiso reconocer las muestras de cariño con una voz aún cansada pero con evidente gratitud: «Muchas gracias a todos» dijo desde el Gemelli.
El alta hospitalaria fue celebrada como un milagro para muchos de los presentes. “Es algo maravilloso”, expresó emocionada Teresa Corral, de México: “Hoy me tocó hacer la oración por los enfermos en la misa y siento que es un alegría mundial para nosotros los siervos, estar alegres y poder seguir orando por el mundo.”.
Para Patricia García, también mexicana, la atmósfera en la plaza era indescriptible: “Se siente una vibra increíble, una armonía, un sentimiento hermoso. Es un milagro”.
La emoción también llegó a los fieles que, aunque no pudieron estar cerca del hospital, siguieron el momento desde de San Pedro. Paola, una mexicana que trabaja en Sevilla, quedó profundamente conmovida: “Verlo salir, aunque fuera por unos segundos, con ese gesto de gratitud, fue un detalle de cercanía precioso”.