La UE mostró «su pleno apoyo» a los «esfuerzos para garantizar una completa rendición de cuentas por los crímenes de guerra y otros crímenes más graves en relación con la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania», y respaldó la investigación del fiscal de la CPI
Mongolia no detuvo al presidente ruso, Vladimir Putin, y la Unión Europea lo lamentó. Putin aterrizó en el país para una visita oficial pese a la orden de arresto que ha dictado contra él la Corte Penal Internacional (CPI) por su papel en la deportación de miles de niños ucranianos.
«La UE lamenta que Mongolia, un Estado parte del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, no cumpliera con sus obligaciones para ejecutar la orden de arresto», dijo en un comunicado un portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior.
La UE mostró «su pleno apoyo» a los «esfuerzos para garantizar una completa rendición de cuentas por los crímenes de guerra y otros crímenes más graves en relación con la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania», y respaldó la investigación del fiscal de la CPI.
Putin aterrizó en el aeropuerto Internacional Buyant-Ukhaa en la capital Ulán Bator, donde le recibió la ministra de Exteriores de Mongolia, Batmunkh Battsetseg, y el embajador ruso, Yevsikov Alexei Nikolaevich, en medio de una fuerte presencia diplomática, informó la agencia oficial mongola Montsame.
Durante su estancia, Putin mantendrá reuniones oficiales con su homólogo mongol, Ukhnaa Khurelsukh, en las que se espera la firma de varios documentos de cooperación que fortalecerán las relaciones bilaterales, cimentadas en un Tratado de Relaciones Amistosas y Asociación Estratégica Integral firmado en 2019.
En la primera visita de Putin a un país que forma parte de la CPI desde que se dictó la orden de arresto internacional, el presidente ruso participará en un evento conmemorativo por el 85º aniversario de la batalla del río Khalkh, en la que tropas soviéticas y mongolas se enfrentaron a fuerzas japonesas.