Los manifestantes mostraron el descontento de los ciudadanos con el Gobierno y la injerencia de China en los asuntos de la ciudad
Hasta cuatro manifestaciones se registraron en el décimo fin de semana consecutivo de protestas en Hong Kong.
Una marcha de ancianos, otra de padres e hijos, una nueva sentada en el aeropuerto y una manifestación desautorizada por la Policía volvieron a mostrar el descontento de los ciudadanos con el Gobierno y la injerencia de China en los asuntos de la ciudad.
El viernes, la líder del Gobierno local, Carrie Lam, llamó a los ciudadanos a dejar atrás las diferencias y evitar el caos o la violencia para restaurar el orden, al considerar que la situación ha causado graves daños a la economía de este centro financiero.
No obstante, en la mañana del sábado cientos de ancianos se congregaron en el distrito financiero de Wan Chai para entregar cartas a instituciones como la Policía o la oficina de Lam, en las que acusan al Gobierno de ignorar las demandas de los hongkoneses y a las fuerzas de seguridad de abusar de la fuerza.
También cientos de padres -la mayoría, de entre 20 y 40 años- acompañados de sus hijos participaron en un mitin organizado en un parque del distrito Central bajo el lema “Proteged el futuro de nuestros hijos”.
“El Gobierno es vago y la gente está descontenta” fue uno de los cánticos que entonaron los manifestantes en una mañana de intenso calor en Hong Kong.
Asimismo, los cientos de manifestantes que hicieron noche en la terminal de llegadas del Aeropuerto Internacional de Hong, Kong vieron cómo otros se les unían hasta alcanzar el millar de personas, que entregaban folletos y octavillas para tratar de concienciar a los visitantes extranjeros sobre la crisis hongkonesa.
Por la tarde, más de mil personas participaron en una marcha pacífica en el barrio periférico de Tai Po, que había sido prohibida por la Policía.