La joven se despidió de sus seguidores en la red social Instagram anunciando que había decidido poner fin a su vida
Noa Pothoven, la adolescente holandesa que sufría una fuerte depresión tras haber sido violada durante su infancia, murió en su casa tras dejar de alimentarse y de beber líquidos.
Conocida en Holanda por haber escrito su autobiografía titulada «Winnen of leren» (Ganar o aprender, en neerlandés), Pothoven solicitó en diciembre del 2018 la eutanasia, la cual le fue denegada por ser demasiado joven.
En su obra reconoció haber sido víctima de abusos sexuales y agresiones cuando era más pequeña y describe su largo combate contra la anorexia, la depresión aguda y el estrés postraumático.
Sus amigos comunicaron que «Noa Pothoven no fue eutanasiada», ella dejó de alimentarse y de hidratarse «para poner a fin a su sufrimiento».
Tras la violación, Noa cayó en una anorexia que la llevó a hospitales y centros de salud, su hermana confirmó al diario holandés AD que la menor murió el pasado domingo 2 de junio.