Un conflicto regional entre ambos países pudiera traer consecuencias en vista de que en Guyana operan las 12 más grandes empresas petroleras del mundo
En el marco del conflicto entre Venezuela y Guyana Nicolás Maduro e Irfaan Ali, se reunirán en San Vicente y Las Granadinas este jueves 14 de diciembre con el fin de flexibilizar las tensiones entre ambos países.
El mandatario venezolano señaló en recientes declaraciones que espera que la reunión sea un «punto de partida hacia el retorno de las negociaciones», que se han visto «perturbadas en los últimos años».
Por su parte el presidente de Guyana ha dejado claro que, aunque no tiene objeciones a dialogar, la posición de Guyana respecto a los reclamos de Venezuela sobre la región del Esequibo «sigue siendo no negociable.»
Irfán Alí reiteró que no habrá ningún compromiso sobre el litigio fronterizo ya que este se encuentra actualmente ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), una mediación que Caracas rechazó y con las que no se ha mostrado conforme.
En relación a la situación de geopolítica bilateral, el politólogo Carlos Raúl Hernández, nos comentó sus apreciaciones al respecto.
–¿Qué nos puede decir sobre el conflicto entre Venezuela y Guyana?
-El Sur de América está plagado de conflictos latentes. Hay conflictos limítrofes con Argentina y Chile, entre Chile y Bolivia, entre Venezuela y Colombia, y muchos otros; lo cierto es que la situación limítrofe siempre es un conflicto de ruptura, puesto que los límites se trazan y nunca los países quedan satisfechos en Latinoamérica.
-¿Cuál es su apreciación sobre la intervención del primer mandatario de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva?
-Para Lula y para cualquier país con un sentido global, es importante evitar que se lleve esta situación a un conflicto regional puesto que no sería sólo un conflicto entre Guyana y Venezuela, sino un conflicto armado con otros países en vista de que en Guyana operan las 12 más grandes empresas petroleras del mundo y está involucrado el poder norteamericano. Lula tiene una gran credibilidad que va en ascenso entre los presidentes de Suramérica. Para Lula es un problema muy serio porque Brasil tiene límites con varios países desde el sur con quienes además tiene conflictos limítrofes también.
–¿Qué expectativas tiene en relación a la reunión que sostendrá el presidente Nicolás Maduro y el presidente de Guyana, Irfaan Ali?
-Nicolás Maduro se ha anotado un éxito con eso porque el camino que llevaba el discurso de ambos mandatarios, tanto el de Guyana como Maduro parece indicar una confrontación inevitable. Es muy bueno que se reúnan el 14, pero hay que esperar y confiar en que esa reunión va a lograr acuerdos para no retroceder en las conversaciones.
–¿Pudiera decirse entonces que las expectativas de establecer acuerdos paz son lejanas?
-El Comando del Sur se ha hecho sentir en relación a un respaldo a Guyana, por ello es muy importante que Venezuela y Guyana logren entrar en un proceso de conversaciones para buscar salidas que mantengan el estatus e impidan que haya una confrontación armada. Esperemos que existan acuerdos entre ambos países.
Venezuela vs Guyana
Para el presidente Nicolás Maduro, Venezuela debe recuperar un territorio que le pertenece por derecho, mientras el Gobierno de Venezuela establece leyes orgánicas y ordena entregar licencias para la exploración y explotación de la región, el presidente de Guyana ha señalado que Venezuela ha pasado los últimos 55 años de la independencia de Guyana persiguiendo su reclamo, pero que es el derecho internacional quien juega un papel principal en esta disputa.
Guyana por otra parte, confía en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que está estudiando el caso, y que según su opinión es el foro adecuado para tratar las diferencias entre los dos vecinos por la región de Esequibo. Guyana es «un solo pueblo, con una sola voz y un espíritu que no se romperá, por lo que avanzaremos hasta el final», ha reiterado en numerosas ocasiones el primer mandatario guyanés.
Lo cierto es que este jueves 14 de diciembre, ambos mandatarios se reunirán para resolver o encontrar vías para aminorar un conflicto que sería muy peligroso para la región puesto que también estarían involucrados países de América Latina, el Gobierno de EEUU y las potencias aliadas de Venezuela y de Guyana.
