El presidente Gustavo Petro denunció este domingo el hallazgo de varios cuerpos sin vida flotando en el mar del departamento colombiano La Guajira y pidió a Medicina Legal investigar para establecer las identidades, afirmando que podrían corresponder a víctimas de un ataque militar en el Caribe.
Pobladores han hallado en playas de la región varios cuerpos mutilados, arrastrados por la marea hasta la costa. En un video publicado en la cuenta de Petro en X, se escucha la referencia a testimonios de habitantes de la zona, quienes cuentan que «los bombardeos y explosiones en el Caribe, los que han ocurrido por acá, se alcanzan a escuchar».
Siguiendo lo referido por esas personas, se agrega que «esos muertos (…) serían producto de esos bombardeos y se presume que eran ciudadanos colombianos, que fueron asesinados sin el debido proceso, una ejecución extrajudicial por el bombardeo norteamericano».
En la publicación, el mandatario pide a Medicina Legal «establecer identidades y coordinar con la Fiscalía de Venezuela» y añade que «pueden ser muertos por bombardeo en el mar».
En declaraciones a medios de prensa locales, pobladores de la región han confirmado la aparición de al menos tres cadáveres en la costa. Además, de contar que escuchan las explosiones, pudieron ver semanas atrás los barcos del Comando Sur.
Han aparecido estos cuerpos flotando en el mar de la Guajira, le pido a medicina legal establecer identidades y coordinar con la fiscalía de Venezuela. Pueden ser muertos por bombardeo en el mar pic.twitter.com/QTIBvztq8r
— Gustavo Petro (@petrogustavo) December 7, 2025
El martes último, la familia de Alejandro Carranza Medina, pescador colombiano asesinado en un ataque en el mar Caribe en septiembre, presentó una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) contra el Gobierno de Estados Unidos, alegando que fue una ejecución extrajudicial.
Según la denuncia, «el 15 de septiembre de 2025, militares de Estados Unidos bombardearon el bote de Alejandro Carranza Medina (…), que zarpaba en el Caribe desde la costa de Colombia. Carranza murió en el proceso de este bombardeo».
Desde inicios de septiembre y hasta el pasado 4 de diciembre, los ataques militares estadounidenses en aguas del Caribe y el Pacífico oriental contra 22 embarcaciones –la cifra que ha reconocido el Pentágono– han dejado al menos 87 muertos. El Pentágono y la Casa Blanca alegan que eran narcotraficantes, pero sin presentar evidencias de esa afirmación, y han generado un creciente escrutinio en el Congreso sobre la legalidad de esas acciones.
Solo en los casos de Carranza (asesinado) y del también colombiano Jeison Obando Pérez y el ecuatoriano Andrés Fernando Tufiño Chila, sobrevivientes de un ataque el 16 de octubre, se han conocido las identidades de las víctimas de esas operaciones, parte de la Operación Lanza del Sur, presentada por la Administración Trump como una campaña contra el narcotráfico.
Lanza del Sur, vista como una demostración de fuerza militar del Gobierno de Donald Trump, ha coincidido con una intensificación de las amenazas y la retórica hostil contra Venezuela e incluye una docena de barcos –entre ellos el portaaviones USS Gerald Ford–, decenas de aviones de combate y miles de soldados.






