A comienzos de este mes, los militares desertores denunciaron que el hotel, donde se hospedaban en Colombia, estaba solicitándoles el desalojo debido a que el embajador designado por Guaidó entregó un cheque sin fondo y hasta entonces debían 60 millones de pesos
Colombia presentó un plan para atender a los 1.400 militares y policías venezolanos que han desertado del Gobierno de Nicolás Maduro y se han resguardado en el país.
La Cancillería colombiana firmó un memorando de entendimiento con «el gobierno encabezado por el jefe de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, en el que se determina un esquema de atención «con el fin de que ellos puedan desarrollar una vida como civiles».
El documento, suscrito por el canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, y Humberto Calderón Berti, embajador designado por Guaidó en Colombia, contempla medidas en educación, salud y trabajo.
«El Gobierno Nacional de Colombia determinará los beneficiarios con base en la información cotejada con Migración Colombia, que incluirá a sus núcleos familiares, esto con el propósito de determinar el número total de personas que están bajo estas condiciones en el país», detalló la Cancillería.
Tras este proceso, los militares y policías desertores, así como sus familiares, podrán acceder al Permiso Especial de Permanencia (PEP) y un permiso de trabajo hasta por dos años.
La Cancillería resaltó que mientras los uniformados venezolanos se encuentren en el país «no podrán ejercer funciones militares, ni policiales o de seguridad o defensa», pues al recibir los beneficios tendrán estatus de civiles.
A comienzos de este mes, los militares desertores denunciaron que el hotel donde se hospedaban en Colombia estaba solicitándoles el desalojo debido a que el embajador designado por Guaidó entregó un cheque sin fondo y hasta entonces debían 60 millones de pesos.