El exembajador de Venezuela en Colombia señala que la importancia de la participación de Miraflores en los diálogos de paz radica en que «se imponga el diálogo frente a la guerra y que se imponga la posibilidad de que haya un reencuentro entre los ciudadanos colombianos
Tras el anunció del presidente Nicolás Maduro, en el que acepta participar como garante en el proceso de diálogo entre el gobierno de Colombia y el ELN, Contrapunto.com conversó con el Gustavo Márquez Marín, ex embajador de Venezuela en Bogotá, ex ministro de Chávez e integrante de la Plataforma en Defensa de la Constitución.
Gustavo Márquez Marín, en su análisis señaló que es muy positivo y conveniente que Venezuela vuelva a ser garante y facilitador de los diálogos entre la guerrilla y el gobierno de Colombia.
«Es importante que Venezuela retome (como mediador) luego que se produjo la ruptura de las conversaciones, en buena medida como consecuencia de la actitud del gobierno de Iván Duque y del uribismo de sabotear estos diálogos de paz», dijo Márquez.
Asimismo, el exministro indicó que se debe apoyar la iniciativa del gobierno de Gustavo Petro que ha llamado «La paz total». «Hay que recordar que la paz en Colombia es la paz en Venezuela», sentenció.
«En el caso de Colombia existen grupos armados que operan en ambos países, y al final, la solución de la paz en Colombia va repercutir sobre Venezuela de alguna manera, para que aquí también se logre una pacificación de que esos grupos irregulares, que puedan dejar las armas y dejar de actuar en Venezuela afectando la seguridad del pueblo venezolano», aseguró Márquez.
EN LA HABANA
Márquez, recordó que la participación de Venezuela como garante en los diálogos de paz en La Habana, entre el gobierno colombiano y las FARC tuvo resultados muy positivos, pero producto del mal manejo del gobierno de Iván Duque y del uribismo, que recién llegaba al palacio de Nariño, se negaron a la implementación de estos acuerdos y provocaron su ruptura.
«En la Habana se logró la suscripción de un acuerdo que terminó con una de las guerrillas más antigua del continente aunque con la llegada al palacio de Nariño de Iván Duque, apuesta personal del expresidente Álvaro Uribe y que durante mucho tiempo se había erigido como firme opositor al Acuerdo; dejando entrever que, una vez en el poder, poco cabría esperar en cuanto a compromiso e impulso de lo suscrito con la otrora guerrilla», recalcó.
Por último, Márquez sentenció diciendo que la importancia de la participación de Venezuela en los diálogos de paz radica en que «se imponga el diálogo frente a la guerra, que se imponga la posibilidad de que haya un reencuentro entre los ciudadanos colombianos, que recuperen la lucha política como el instrumento fundamental frente a las posibilidades de la violencia», puntualizó.
