Concluyó revelando que el tritio no producirá daños, a pesar de las opiniones y preocupaciones públicas sobre la energía nuclear y el medio ambiente
Omar Arias, magíster en Física Médica y profesor de la Escuela de salud pública de la UCV, explicó detalles sobre las posibles consecuencias en el medio ambiental tras la fuga de agua radiactiva en Japón.
Según Arias, la tierra ya contiene unos 25 kg de tritio, un isótopo del hidrógeno que cada año, por los rayos cósmicos, producen unos 1.302 g más de este elemento en la atmósfera. «En comparación, las centrales nucleares de todo el mundo, diluyen legalmente apenas unos 515 g de tritio cada año.»
Los 16 g de tritio que Japón piensa lanzar al mar en los próximos 30 años, son una cantidad mínima, siendo apenas más de medio gramo al año.
Esta cifra resulta insignificante puesto que el tritio tiene una radioactividad muy baja. «Su emisión de electrones es tan débil que no puede atravesar la membrana celular», señaló Arias.
El director general de Serofca y profesor de la UCV, señaló que ante la situación en Japón, no hay riesgo de daños en el ADN o provocar algún tipo de cáncer. Explicó que el tritio tiene 12,3 años minimizando aún más su impacto a largo plazo en el medio ambiente.
«Todo este trabajo está ocurriendo bajo la supervisión de equipos multidisciplinarios destacados y de diferentes países aportados por el Organismo Internacional de Energía Atómica.»
Concluyó revelando que el tritio no producirá daños, a pesar de las preocupaciones públicas sobre la energía nuclear y el medio ambiente. «Es importante basar nuestras opiniones y decisiones en hechos científicos en lugar de alarmismo», concluyó.