Este muro se convirtió en símbolo de la guerra fría, cayó a las 23 horas del 9 de noviembre de 1989, medía 45 kilómetros y 3,6 metros de alto.
El Muro de Berlín, también llamado el Muro de la Vergüenza o Muro de Protección Antifascista, fue un obstáculo erigido por la Alemania comunista en 1961, para impedir a sus ciudadanos el libre tránsito hacia el mundo occidental. Hoy, a 30 años de su caída, se ha convertido en una ruta para bicicletas y muchos de sus fragmentos en monumentos.

Federales y demócratas estuvieron divididos por 30 años, pero el derrumbe de la gran pared significó el fin de la guerra fría.

En 1949, las zonas de ocupación occidentales en Alemania (estadounidense, francés y británico) se unieron para crear un nuevo Estado independiente, denominado República Federal Alemana (RFA), y el sector oriental (soviético) pasó a llamarse la República Democrática Alemana (RDA).
Las fronteras entre ambos Estados permanecieron abiertas por años, hasta la mañana del 13 de agosto de 1961, cuando un enorme muro provisional había sido construido en tan solo una noche, dividiendo a la capital y a Alemania en dos partes.
La noche del 9 de noviembre de 1989 fue el inicio del fin de la guerra fría, luego de que un alto oficial de Alemania del Este, respondiera una pregunta del periodista italiano Riccardo Ehrman.
Ehrman preguntó cuándo se iban a autorizar los viajes al exterior. El responsable alemán, Günter Shabowski, respondió «inmediatamente», y esto precipitó la reacción popular que acabó con el muro.
