«Ningún delincuente puede ser considerado un perseguido político», afirmó el comunicado de la Presidencia ecuatoriana
«Defendemos la soberanía nacional, cero impunidad». Este es el título del comunicado con el cual el gobierno de Ecuador justificó el asalto de la Embajada de México en Quito para capturar al vicepresidente Jorge Glas, quien se encontraba allí en condición de refugiado.
«Ningún delincuente puede ser considerado un perseguido político. Jorge Glas ha sido condenado con sentencia ejecutoriada y contaba con disposición de captura emitida por las autoridades competentes», señala la Presidencia ecuatoriana.