Esta estructura de 850 años de antigüedad fue azotada por un voraz incendio que destruyó el techo y la aguja
Cientos de fieles se congregaron en las cercanías de la Catedral de Notre Dame para realizar el tradicional Vía Crucis este Viernes Santo, cuatro días después de que un incendio devorara el monumento religioso.
“Francia se conmueve en el corazón porque sus piedras son el testimonio de una esperanza invencible que, por el talento, el coraje, el genio y la fe de sus constructores, levantó este encaje luminoso de piedras, madera y vidrio. Esta fe sigue siendo nuestra, una y otra vez”, expresó el arzobispo de París, Michel Aupeti, encargado de presidir el acto religioso.