El papa Francisco se convirtió este viernes en el primer jefe de la Iglesia católica en participar en la cumbre de las siete democracias más ricas del mundo con un alegato para regular la inteligencia artificial, en el que pidió prohibir las armas autónomas.
Ante Joe Biden, Emmanuel Macron, Luiz Inácio Lula da Silva y Javier Milei, invitados por Italia pese a no ser miembros del grupo, Francisco calificó la IA de «instrumento fascinante y tremendo».
«En un drama como el de los conflictos armados, es urgente replantearse el desarrollo y la utilización de dispositivos como las llamadas armas autónomas letales para prohibir su uso», afirmó.
«Ninguna máquina debería elegir jamás poner fin a la vida de un ser humano», dijo el pontífice.
Los expertos consideran la inteligencia artificial como la tercera gran revolución en el campo del equipamiento militar, después de la invención de la pólvora y la bomba atómica, y temen que todo tipo de armas, desde robots a drones, puedan transformarse en sistemas autónomos, regidos por algoritmos.