El pasado jueves el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, sostuvo una llamada telefónica con su homologo chino, Xi Jinping, la primera tras cinco meses de tensiones comerciales, donde principalmente discutieron la relación comercial actual entre EEUU y China.
La conversación entre los dos lideres duró aproximadamente una hora y media, una llamada que el presidente Trump describió, en una publicación de Truth Social, como «muy buena», afirmando que resultó en «una conclusión muy positiva para ambos países».
Por su parte, Xi Jinping afirmó que «el dialogo y la cooperación es la única opción correcta para China y EEUU», comparando a la relación entre ambos países como «un gran barco, que requiere que ambas partes tomen el timón y establezcan el rumbo correcto», agregando que es particularmente importante «mantenerse alejados de interferencias y perturbaciones».
«Las dos partes deben hacer un buen uso del mecanismo de consulta económica y comercial ya existente y buscar resultados de beneficio mutuo en un espíritu de igualdad y respeto por las preocupaciones de cada uno», dijo, y agregó que «la parte china es sincera al respecto y al mismo tiempo tiene sus principios».
Los lideres acordaron que delegaciones de ambos países se reunirán próximamente con el fin de reducir las tensiones comerciales, en una ubicación aún por determinar.
Xi invitó a Trump y a la primera dama a visitar China, siendo correspondido por Trump con su propia invitación hacia Jinping al país norteamericano.