La funcionaria reconoció la mala actuación de los servicios de inteligencia durante la presentación del exmandatario
Kimberly Cheatle, directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, renunció tras la polémica de la gestión del organismo que está bajo su cargo, ante el atentado que sufrió el expresidente norteamericano, Donald Trump, en medio de un mitin de campaña que se celebró en Pensilvania.
La renuncia de Cheatle fue informada en un principio por NBC News citando a sus fuentes, y luego confirmada por el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes norteamericana.
La dimisión de la funcionaria se produce al día siguiente de comparecer ante el Comité de Supervisión de la Cámara Baja del Congreso, admitiendo que el intento de asesinato de Trump supuso «el mayor fallo operativo» de la agencia en décadas.
«Como directora del Servicio Secreto de Estados Unidos, asumo toda la responsabilidad por cualquier fallo de seguridad», sostuvo la funcionaria en ese momento.
Un fracaso histórico
James Comer, presidente del Comité de Supervisión, afirmó en un comunicado que la audiencia de este organismo «resultó en la renuncia de la directora Cheatle y habrá más responsabilidad por venir». Agregó que «el Servicio Secreto tiene una misión infalible, pero fracasó históricamente bajo la dirección de la directora Cheatle».
Asimismo, indicó que durante la audiencia del lunes, la funcionaria «no infundió confianza en que ella tenga la capacidad de garantizar que el Servicio Secreto pueda cumplir su misión protectora. Las atroces fallas de seguridad que precedieron y tuvieron lugar en el mitin de campaña de Butler, Pensilvania, resultaron en el intento de asesinato del presidente Trump, el asesinato de una víctima inocente y daños a otras personas entre la multitud», recordó el legislador.
En este contexto, Comer calificó la renuncia de «un paso hacia la rendición de cuentas» y aseguró que se necesita «una revisión completa de cómo ocurrieron estas fallas de seguridad» para poder evitarlas en el futuro. «Continuaremos nuestra supervisión del Servicio Secreto en apoyo al grupo de trabajo de la Cámara de Representantes para brindar transparencia, responsabilidad y soluciones para garantizar que esto nunca vuelva a suceder», concluyó.