Este tipo de bombas fueron utilizadas en la Segunda Guerra Mundial en las que países como Alemania y Francia se oponen a su uso
Este viernes 7 de julio el gobierno de EEUU, confirmó que enviará bombas de racimo a Ucrania a pesar de la negativa de Alemania y organizaciones como Human Rights Watch (HWR), quienes rechazan este tipo de ataques con armamentos sobre todo en zonas civiles.
Según la DW, el presidente Joe Biden «lo aprobó (…) tras una recomendación unánime», declaró a la prensa el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, quien añadió que es «lo correcto».
Los ucranianos dieron por escrito las garantías de que destinarían las bombas con el compromiso de minimizar el impacto de las mismas sobre civiles.
Sullivan anunció que El Pentágono ofrecerá detalles sobre las armas, y asegura que el suministro fue realizado en base a las pocas municiones con las que cuenta Ucrania para su defensa.
Las bombas de racimo fueron utilizadas en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) que fueron utilizada para desmantelar objetivos militares dispersos como formaciones de tanques o infantería que causaron la muerte a miles de combatientes.
Éstas armas poseen un contenedor que se abre en el aire y dispersa una gran cantidad de submuniciones explosivas sobre un área amplia que cubre un área de 200 a 400 metros.
Muchas de estas bombas pueden detonar al llegar al suelo o quedarse enterradas, conformando minas explosivas.
Miembros de la OTAN y más de cien países entre los que se incluyen Francia y Alemania, se oponen al uso de las bombas que entraron nuevamente en vigor desde 2010 tras la Convención de Bombas de Racimo en donde no entraron Ucrania, Rusia y EEUU.