El número de casos asintomáticos, que China no incluye entre los confirmados, se elevó de 58 el martes a 113 ayer, 16 procedentes del exterior y el resto de transmisión local
Miles de inmigrantes urbanos en Wuhan y en toda China se apresuraban hoy a hacerse test de covid después de que el Gobierno ordenase a quienes viajen a sus lugares de origen por el Año Nuevo chino a disponer de una prueba negativa y confinarse dos semanas en sus casas al llegar.
Las estaciones de trenes y autobuses en Wuhan empezaban también hoy a atestarse de ciudadanos, que han adelantado sus vacaciones, previstas para el 12 de febrero, ante la nueva normativa y el temor de que los controles se vuelvan aún más estrictos si los rebrotes en el norte del país empeoran.
Aunque este jueves se redujeron los nuevos casos en la provincia de Hebei, que rodea a Pekín, han aumentado los de la más septentrional de Heilongjiang y millones de personas continúan confinadas en ambas provincias y en la de Jilin, en el noreste.
Algunas zonas del extremo sur del país, que no han sufrido rebrotes, han endurecido sus restricciones, como la ciudad de Ruili en Yunnan, que ha prohibido la entrada de extranjeros procedentes del exterior del país y hará test de covid a todos los nacionales que lleguen de áreas de medio y alto riesgo, además de someterles a una cuarentena de tres semanas.
China informó de 144 nuevos contagios este miércoles en todo el país, 126 de ellos de transmisión local. Aunque no parecen muchos en comparación con los de otros países, suponen la cifra más alta desde el 1 de marzo de 2020
La ciudad oriental de Shanghái anunció hoy además dos nuevos casos locales, los primeros en la capital financiera del país desde hace dos meses, lo que refuerza el temor de que el virus pueda reaparecer en cualquier parte.
Dos hospitales de primer nivel de Shanghái, donde se detectaron ambas infecciones, han sido aislados, al igual que varias comunidades residenciales cercanas a ellos.
El número de casos asintomáticos, que China no incluye entre los confirmados, se elevó de 58 el martes a 113 ayer, 16 procedentes del exterior y el resto de transmisión local.
El Gobierno por ahora ha recomendado, aunque no prohibido, a los ciudadanos que eviten grandes desplazamientos durante la celebración del Año Nuevo Lunar, que en 2021 cae el 12 de febrero.
Se estima que casi 300 millones de trabajadores de las grandes ciudades de China –una quinta parte de su población– son inmigrantes rurales, que acostumbran a regresar en esta época a sus pueblos para pasar las fiestas con sus familias, en la que es conocida como la mayor migración interna del planeta.
Ante las nuevas restricciones, muchos wuhaneses acudieron hoy a los hospitales para hacerse el test, algunos con las maletas a cuestas para desplazarse enseguida a la estación.