Keta Stephany: El gobierno está cerrando las universidades sin decirlo

Texto: José Gregorio Yépez y Vanessa Davies. Fotos: Alonso Calatrava Rumbos

«No se puede obligar a los profesores a dar clases en estas condiciones», enfatiza la profesora de la UCV y dirigente de la Fapuv. «La realidad es que el Estado se retiró y no financia la educación. Se está cerrando en la práctica. ¿Por qué no se declara el cierre técnico? Para no entregarles la universidad, porque si declaras el cierre técnico, bajas la santamaría»

Las universidades venezolanas no pasan por su mejor momento. «La situación es la peor de la historia de los profesores universitarios en Venezuela», dice Keta Stephany, profesora de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y directiva de la Federación de Asociaciones de Profesores Universitarios de Venezuela (Fapuv). Al mismo tiempo «lo que estamos dando a esta generación es mucho menos de lo que nosotros recibimos».

Ser profesor universitario en Venezuela garantizaba mucha estabilidad, pero solamente luego de recorrer un camino de estudio y trabajo que implicaba concursos, exámenes, trabajos, credenciales.

«Es una carrera académica, y la contraprestación es un salario. En los años 80 el salario tendió a bajar; con las normas de homologación se estableció que el salario se discutiría cada dos años tomando en cuenta el índice de inflación según el BCV. Los gobiernos no las cumplían; que las cumplieran requirió de varias luchas», recuerda Stephany en entrevista con Contrapunto.com.

En el año 2001, un profesor instructor (el escalafón más bajo) ganaba unos 1.000 dólares, calcula. El salario de un profesor universitario variaba entre mil y 3 mil 500 dólares. Veinte años después, el ingreso no alcanza ni para pagar el pasaje. «En este momento se gana el 1%», concluye.

La imposición de salarios y de contratos colectivos llevó a una paralización que Stephany rememora especialmente. Se pretendía la imposición de elementos «de un proyecto de ley que Chávez había engavetado. Con un paro se logró que sacaran eso del proyecto. El gobierno se comprometió a reconocer a la federación (Fapuv) y sus acuerdos».

Ya en 2015, con la gestión de Nicolás Maduro, los acuerdos del gobierno con los dirigentes bolivarianos llevaron a la imposición salarial; el resultado es que un instructor llegó a ganar menos que el salario mínimo. En 2018, empeoró. Las tablas salariales se aplanaron. «Liquidaron el salario». Hoy día, el profesor que menos gana puede recibir menos de un dólar al mes, y el que más percibe sube, con suerte, a 10 dólares al mes.

«La consecuencia ha sido que no hay relevo. La universidad perdió la capacidad de competir por el talento», subraya.

-¿No hay relevo?

-No hay. ¿Qué le ofrezco a un muchacho? La tendencia era tratar de buscar a los mejores. ¿Qué hace hoy un muchacho? Se gradúa y se va. La universidad no tiene la oportunidad de ofrecerle nada a una persona que está empezando su vida profesional.

-¿Hay una reducción del universo de profesores?

-Por ley uno es profesor universitario hasta que se muere, por la naturaleza del trabajo. Los posgrados sobreviven en este momento gracias a los jubilados.

-¿El país perdió el relevo?

-Claro. Es muy poca la capacidad de reposición de cargos. Me jubilo y me llevo mi partida. Mi partida regresa cuando yo me muero, si no tengo descendientes que sean menores de edad, o una pareja. ¿Qué ha hecho la universidad? Sustituir profesores a dedicación exclusiva por profesores a tiempo convencional. Ha disminuido la investigación en Venezuela porque las universidades públicas son el espacio donde se hace investigación. Las universidades públicas son mejores que las privadas.

-¿Las universidades están paradas?

-Las universidades están paradas pero no hemos llamado a paro. Materialmente es imposible seguir. Incluso en paros, siempre hay un profesor dando clase.

-¿Se la están entregando a la gestión de Maduro?

-No es verdad. Nosotros no hemos paralizado. ¿Qué ocurre con la pandemia? Lo mismo que con la educación básica: universidad en casa, que significa que vas a dar clase por internet. Para eso tienes que tener internet, el equipo y con qué pagar el servicio.

-¿Se está perdiendo?

-¿Quién financia la universidad pública? El Estado. El Estado cortó el financiamiento, y sin financiamiento es imposible. El trabajo de 40 horas de un profesor universitario no lo puedes garantizar. La reproducción de la fuerza de trabajo no se garantiza. La universidad no garantiza ni siquiera eso. No me diga que somos esclavos, porque nadie me obliga. Nosotros somos un voluntariado, hace rato. No puedes obligar a nadie a ser voluntario. Es voluntario y el gremio lo ha permitido así. Tengo cursos en doctorado y en la Escuela de Trabajo Social, y al dar clases por internet de entrada la mitad no puede, porque no tienen ni un teléfono inteligente para hacerlo.

-¿Es deliberado?

-Hay una política que viene desde cuando el país tenía mucha plata, de retiro del financiamiento del Estado para la educación. Hay una disminución del salario real. En 2012 este país todavía tenía recursos, un presupuesto. Hay una política, y la política se le ha sumado la crisis financiera del Estado, y en esa crisis financiera no están jerarquizando la educación. No solo la educación universitaria; es que no están jerarquizando la educación de nadie. Eso no pasa ni en los países en guerra.

-¿Qué opciones se plantea?

-No se puede obligar a los profesores a dar clases en estas condiciones. Vamos a proteger a cualquier profesor que diga que no tiene computadora o condiciones. Ningún profesor puede ser obligado o castigado por no dar clases. En el sector salud están reteniendo el salario a quien no pueda ir a trabajar. Nosotros no lo permitimos. En segundo lugar, nosotros planteamos que los cogobiernos se tienen que sentar. El Estado se retiró. La universidad es autónoma. La universidad tiene que discutir en los cogobiernos, estudiantes y profesores, consejos de escuela y de facultad, cómo se va a abordar esa situación. ¿Qué va a hacer la universidad en estas circunstancias? La comunidad tiene que discutir eso. Generar ingresos propios significa un cambio del marco normativo. La universidad debería flexibilizar la norma para los ingresos propios. Tienes que revisar los planes de estudio y adaptarlos a la situación. Por ejemplo, en Trabajo Social, que es diurno y nocturno, planteo que el nocturno sea semipresencial. La universidad tiene que ver cómo están sus profesores, la situación de cada profesor y de cada jubilado. Cada escuela tiene conocimiento de sus profesores. Fapuv pidió una reunión a la Asociación Venezolana de Rectores Universitarios (Averu), no un derecho de palabra. Se hizo una primera reunión, planteamos nuestra agenda y esperamos que Averu se reúna. Estamos esperando nos convoquen para una agenda de acción.

Keta Stephany explica que las cosas cambiaron; que el gremio de profesores está trabajando con los sindicatos. «El salario no es como antes, no lo resuelve ningún sector solo. El salario es una discusión que debe dar el país. está bien la ayuda humanitaria, pero el tema fundamental es el salario. No puede un país estar cómodamente instalado con un salario como el que tenemos».

Aunque está de acuerdo «con la ayuda de alimentación que se traiga» enfatiza que «para resolver el problema se debe resolver el ingreso». Advierte sobre las distorsiones causadas por la crisis: «No voy a convertir a mis estudiantes en clientes míos».

-¿Esta es la muerte de la universidad?

-Las universidades son distintas. No hay la universidad, hay distintos tipos de universidad. Ellas tienen que transformarse. Lo que ocurre ahora no es la muerte; es el cierre de la universidad sin decretarlo. Están cerrando las universidades sin decirlo. La propuesta de jerarquizar unas carreras es que solo vas a financiar unas carreras. Es una forma de encubrir una realidad. La realidad es que el Estado se retiró y no financia la educación. Se está cerrando en la práctica. ¿Por qué no se declara el cierre técnico? Para no entregarles la universidad, porque si declaras el cierre técnico, bajas la santamaría.