A partir del 20 de septiembre de año 1870, se conmemora es el Día Mundial de la Libertad de Expresión de Pensamiento establecida en la Declaración Universal de los Derechos Humanos
Podemos comprender que la libertad de expresión como la posibilidad de comunicar el pensamiento de forma amplia y sin limitaciones sociales, culturales y jurídica. Es el derecho a exponer las creencias y principios éticos que forman la conducta de un sujeto histórico en un entorno social civilizado.
“Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir información y opiniones, y de difundirlas, sin limitaciones de fronteras por cualquier medio de expresión», sostiene la Organización de las Naciones Unidas en su Declaración Universal de Derechos Humanos establecido en su artículo 19 para el año 1948.
Amnistía Internacional señala que en el presente siglo se han dado «numerosos casos de acoso y encarcelamiento de comunicadores sociales, políticos y activistas de los DDHH, por el solo hecho querer expresar libremente sus pensamientos y criterios éticos y morales».
Está denuncia es visible en una considerable parte de la mundo civilizado.
En la redacción Contrapunto.com se deja escuchar el golpe de teclado de forma constante. El ruido de las múltiples pantallas de televisión divergen en diversas noticias. Un colega exclama: “El titular siempre debe contemplar un verbo activo”.
Esta realidad es parte de la vida contidiana de un reportero, por está razón nos preguntamos: ¿Qué es la libertad de expresión del pensamiento en el presente histórico venezolano?
El CNP y sus argumentos
El Secretario General del Colegio Nacional de Periodista (CNP) seccional Distrito Capital, Edgar Cárdenas sostiene que «el CNP ha venido denunciando la existencia de una política de Estado que busca silenciar la información, lo que evita que la sociedad reciba contenido informativo pertinente y oportuno».
«La detención de periodistas ha sufrido un incremento, y es muy grave que las acusaciones se fundamenten en los presuntos delitos de incitación al odio, terrorismo y asociación para delinquir, lo que criminaliza la labor periodística», advirtió.
En su reflexión señala que los periodistas viven inmersos en una situación de indefensión en la que “el miedo se impone, porque no hay garantías para poder cumplir con la tarea de informar libremente”.
Sin embargo, Cárdenas destacó que «la libertad de expresión es factor fundamental en el camino hacia el fortalecimiento de las democracias, y los Estados tienen la obligación de respetarla, garantizarla; además de prevenir, investigar y sancionar todo aquello que vulnere este derecho».
Agregó que «en la sociedad actual el derecho a la libertad de expresión, de opinión, de prensa y de información no tiene discusión, son derechos fundamentales necesarios para hacer posible la subsistencia en la democracia a nivel nacional y mundial».
Desde su criterio sostiene que «ejercer el periodismo en el país se ha convertido en una profesión de alto riesgo, porque es notable el desarrollo de una política de agresiones a periodistas y medios”.
«La libertad de información debe estár garantizada por los distintos instrumentos internacionales en materia de derechos humanos y además de la existencia de estos derechos es importante su efectividad en Venezuela», subrayó.
En este sentido destacó que «el ejercer estos derechos representan un grave riesgo de forma personal, sobre todo para los periodistas. Asimismo es fundamental destacar que cualquier información que pueda ser considerada noticia, digamos que sensible para esas altas esferas del poder gubernamental nacional, puede derivar en agresiones que por lógica impactan en la sociedad, sobre todo a los comunicadores sociales».
El gremialista presenta la siguiente interrogante: “¿Por qué hay menos divulgación de contenido informativo, a nivel nacional e internacional? ¿Por qué estamos en presencia de una notable menor pluralidad informativa y comunicacional?”
Cárdenas se responde de la siguiente forma: «Este fenómeno de ausencia notable de pluralidad informativa genera de forma evidentemente un debilitamiento de la democracia nacional (…) observamos como en los últimos años se han venido ejecutando mecanismos directos e indirectos que terminan imponiendo la censura informativa a nivel nacional, lo que representa una dramática y peligrosa limitación a la libertad de expresión».
Es sustancial destacar que «entre el 1 de enero y el 30 de agosto de este año 2024, el CNP, registró 204 agresiones a periodistas y medios. La mitad de estas agresiones se generaron después de las pasadas elecciones presidenciales del 28 de julio”.
“Actualmente permanecen detenidos, 15 periodistas y trabajadores de la prensa cuatro de ellos apresados antes las elecciones y 11 posteriormente a estos profesionales se les imputa delitos que implica prisión hasta por 20 años”, alerta Cárdenas.
Destacó más adelante que «es importante señalar que hay casos de periodistas que son activistas políticos y están detenidos como una forma de criminalizar la disidencia política, cosa que se venía estructurando desde hace un tiempo».
No obstante destacó que «legitimar la censura de la opinión en Venezuela con leyes Contra el Odio, Contra el Fascismo e intentar la regulación de las redes sociales, es una propuesta que surgió del Gobierno».
«Las redes sociales se han convertido en una ventana para que la gente se informe, para que el ciudadano se pueda informar de forma balanceada, todo esto en vista de la presión permanente y la censura que han asumido los medios de comunicación en la Venezuela del presente», alertó.
Para concluir destacó que «la libertad de expresión, la libertad de opinión, la libertad de la prensa, la libertad de pensamiento son condiciones necesarias para la consolidación de las democracias ya que comprenden la libertad de buscar, recibir, difundir, y replicar la información y opinión de forma amplia, responsable y democrática, todo esto es parte del libre ejercicio de la opinión publica nacional e internacional».
