Este 7 de octubre se cumplió año del ataque de Hamas a Israel y las consecuencias se reflejan en el mercado petrolero que entre el 30 de septiembre y el 4 de octubre mostró el aumento más alto, en una semana, desde enero de 2023.
Ni siquiera en los días siguientes al mencionado ataque y la esperada respuesta la cotización del crudo se movió como en estos momentos, lo que demuestra que el escalamiento del conflicto dispara las alarmas del mundo energético.
“En ese escenario Venezuela tiene muy poco decir”, afirma el economista petrolero Rafael Quiroz Serrano, quien agrega que el país no podrá aprovechar a plenitud un eventual aumento “inusitado” de los precios del crudo debido a la debilidad de su industria petrolera.
“Las reservas de la Faja del Orinoco significan el activo petrolero de crudo extrapesado varado más grande del mundo y está varado porque simplemente no podemos sacarlo”, sentencia.
-¿Cómo ha impactado la geopolítica petrolera el conflicto del Medio Oriente? impactado la geopolítica petrolera.
-El mercado petrolero está en turbulencia. Está en vilo debido al conflicto en Medio Oriente, porque es un área esencialmente petrolera. Más que cualquier otra riqueza, cualquier otra característica geográfica, poblacional y cultural, es una zona netamente petrolera. Es todo un océano de riqueza petrolera. Cualquier señal de tipo bélico que pueda suscitarse en el Medio Oriente compromete de una u otra forma al mercado de los hidrocarburos.
Quiroz Serrano señala que esta situación se suma al escenario de guerra entre Rusia y Ucrania, “dos países petroleros”, lo que incidirá en la producción del petróleo “y en la misma refinación va a modificar por supuesto el volumen de barriles en el mercado, ya sea para los efectos de la oferta petrolera como tal, o para la oferta de productos, elaborados, semielaborados o derivados directamente del petróleo”.
-En qué forma han cambiado la incidencia de los conflictos en el medio oriente sobre el mercado petrolero.
-No hay duda de que hoy en día los conflictos del Medio Oriente se presentan un poco más crudos, menos diplomáticos, de mayor tensión, de mayor violencia, con mayores expectativas bélicas. Esto por supuesto hace estremecer al mercado petrolero.
–¿La guerra total es posible?
-Existen reales temores de una guerra total. Entonces el precio del petróleo, cobra una prima por riesgo en el suministro, una prima petrolera geopolítica que empuja el precio hacia arriba. Si esto se mantiene igual, con igual tensión o un gramo más de tensión hacia arriba, los precios del petróleo podrían estar oscilando entre los 150 y los 200 dólares el barril.
“Sin petróleo no hay guerra. El petróleo es el principal condimento de las guerras de los pueblos hoy en día porque sin el crudo no se puede. No hay movilización de tropas, ni unidades militares operativas, ni aviones, absolutamente nada. Es el petróleo el principal motor, el principal condimento de las guerras hoy por hoy en el mundo”, sentencia el también profesor universitario. ¿Cómo quedamos ahí?
-¿Qué papel le queda a Venezuela en este escenario?
-La influencia que Venezuela venía teniendo en el mercado petrolero, ha disminuido enormemente, tanto en la OPEP como en el mercado mundial de los hidrocarburos. Su papel se limitará en este escenario, a ser simplemente de un país espectador petrolero. Diría que un país petrolero espectador donde no aportará un barril más al mercado debido a que está atado de manos en su producción de petróleo. Muchos han querido señalar a la Faja como un músculo muy potente, muy fuerte a la hora de una acción bélica, pero es que el crudo de la Faja no lo tenemos disponible.
–¿Cuánto se produce en este momento?
-En la Faja estamos produciendo 504.000 barriles diarios, ni siquiera un millón para lo cual fueron programados los mejoradores. En otras palabras, tenemos una de las mayores reservas petroleras del mundo, yo diría la novena reserva petrolera más grande del mundo y miren que no es cualquier cosa. Estamos hablando de 105 países que producimos petróleo en el mundo y ser los novenos es un lujo por así decirlo, pero nada, hacemos con tener esos barriles bajo la tierra.
–¿Por qué no podemos producirlo?
-Porque hay desinversión en la Faja a pesar de los esfuerzos que ha venido haciendo PDVSA en los últimos dos o tres años. La incursión de Chevron es muy limitada, no pasa hoy de 193.000 barriles diarios, y ENI y Repsol no llegan a 30.000 barriles entre las dos compañías. Entonces de nada nos sirve tener todo un caudal de barriles de crudo extrapesado bajo la tierra y no tener empresas que lo saquen y nosotros tampoco tenemos el capital para sacarlo.
Explica que la infraestructura de la industria petrolera venezolana no tiene “capacidad ociosa de producción”.
“Si tuviéramos una capacidad ociosa de producción de un millón o dos millones de barriles jugaríamos un papel determinante, porque podríamos subir la producción cuando quisiéramos, pero el hecho es que no producimos más, no es porque no queramos, sino porque no podemos, afirma el economista petrolero.
Al analizar las deficiencias estructurales indica que “ni Chevron, ni Total, ni Repsol y todas las empresas petroleras juntas pueden desmontar de la noche a la mañana. Para eso se necesitan caudales de dinero, para poder destrancar ese problema, es decir, estamos atascados en medio de millones de barriles que no podemos producir”.
“Venezuela no puede disponer sea Estados Unidos la que le pide o sea Rusia la que le solicite 500.000 barriles para dentro de 15 días o máximo para dentro de un mes: ¿Cuándo los va a sacar? Están allí, pero la cuestión no es que estén allí, la cuestión es la disponibilidad que haya para que en forma inmediata o a mediano plazo puedan disponer de ellos”, indica el analista del sector petrolero.
¿Las sanciones han afectado la producción? ¿Se siente su peso?
-En Venezuela se ha venido deteriorando la capacidad petrolera en los últimos 20 años y eso no es precisamente debido a las a las sanciones. La caída de la producción petrolera viene del año 2005 cuando aún no había sanciones, entonces no nos dejemos meter ese cuento.
-¿No tiene el país como aprovechar un aumento de los precios del petróleo?
-Ante una escalada bélica que podría desembocar en una guerra total entre Estados Unidos e Israel versus Irán y Hamás, los precios del petróleo subirían a niveles inusitados. Yo diría cercanos a 200 dólares, el barril, alcanzando máximos históricos en este caso, pero de lo cual Venezuela lamentablemente, no se beneficiará debido a las limitaciones que tiene de producción.
“La importancia de un país petrolero -en las circunstancias convulsionadas en que se encuentra el mercado de los hidrocarburos- viene dada en función de la disponibilidad de las reservas petroleras en forma inmediata, de lo contrario su papel es nulo”, sentencia el profesor universitario.
Finalmente señala que “la situación guerrerista de Europa y de Medio Oriente aportan una variable geopolítica muy interesante que impulsa el precio del petróleo al alza debido esencialmente al riesgo del suministro, que toca la estructura de la formación del precio petrolero por razones geopolíticas”.
“El máximo beneficio que nosotros pudiéramos sacar, no pasa del hecho de que en términos de reajustes hacia arriba la cesta petrolera venezolana se vendería a mejor precio, pero nuestro papel no pasaría de allí por las grandes limitaciones que tenemos”, advierte Quiroz Serrano.