El manejo de efectivo es un grave problema en Venezuela y los inconvenientes se producen en bolívares y divisas. Un nuevo negocio surge en las colas del transporte público
Una de los problemas fundamentales para los mecanismos de pago en el país es el manejo de efectivo debido a las altas sumas que deben pagarse como causa de la hiperinflación que vivimos desde hace tres años y por el otro lado, no hay un fuente certera de divisas que pueda garantizar los billetes de baja denominación y ni hablar de la moneda fraccionaria.
Tener el dinero, que ya se hace complicado en una economía en recesión, es un condición necesaria pero no suficiente, es indispensable tener la cifra exacta que se debe cancelar.
Si se paga en dólares y la cifra no termina en cero, debes tener algo en bolívares para completar las diferencias de precios que en buena parte de los comercios tienen cifras de $12,5, $27 o $42, por hablar de algunos ejemplos.
Incluso si termina en cinco, sigue siendo un problema porque las divisas con esta denominación son muy escasas en el mercado venezolano.
Este redondeo favorece al desarrollo de la hiperinflación, porque encarece el gasto que hacen cada día los venezolanos.
Igual que la vida, la economía no se detiene y esas necesidades buscan soluciones. Es cada vez más común ver en las colas de las paradas de «camionetas» Chacaito y Sabana Grande, por ejemplo, a un nuevo personaje distinto al colector, al fiscal y al chofer de la unidad de transporte público.
Se trata de un «cambista» quien ante la necesidad del usuario del transporte público para pagar el pasaje y la poca disponibilidad de efectivo que dan los bancos ofrece el servicio de cambiar los billetes de a dólar por efectivo en bolívares.
El negocio se ubica en que, estos billetes se venden por encima de la tasa de cambio oficial a un proveedor que necesita en su negocio disponer de sencillo para operar. El costo de estos billetes se cargan a la mercancía que expende, por lo general en los mercados de informales que abundan en estos días.
«Yo hago mi negocio y el pana que me los compra no deja de vender por no tener sencillo ni punto. Todos nos ayudamos porque aquí llega gente con el billete de dólar y no puede pagar», le contó a Contrapunto uno de los cambistas.