El Secretario General de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela exige que la COVID-19 sea asumida como “enfermedad profesional” para los tratamientos y medicamentos corran por cuenta del patrono
Mucho se ha hablado del contrato de los trabajadores petroleros en Venezuela. En el pasado era la envidia en el plano laboral en cualquiera de sus escalas. Hoy están metidos en el saco que lleva marcada la palabra crisis.
José Bodas, El Secretario General de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (FUTPV) denuncia que las transnacionales rusas, chinas y estadounidenses pagan 3,4 dólares mensuales.
“Eso no sucede en ninguna parte del mundo”, comenta alarmado el dirigente sindical y señala que las condiciones de trabajo han desmejorado igual que el estado de la industria petrolera.
-¿Cuál es el estatus del trabajador petrolero? El Gobierno dice que tienen un buen contrato.
-Este contrato no fue discutido. Todo se hizo a espaldas a los trabajadores. Un buen día vimos a Wills Rangel, al ministro del Trabajo para el momento, Eduardo Piñate y al presidente de la República firmando algo que solo fue refrendado por Wills Rangel.
Bodas explica lo que a su juicio son irregularidades y destaca que “el contrato tuvo 16 meses vencido y no se cobra retroactivo. Esta es la exigencia que hacen a diario en muelles, remolcadores, refinerías y todos los centros de trabajo: el retroactivo”.
“El 96% de ese contrato, y soy generoso con el porcentaje, son bonos. El Gobierno, suma peras con manzanas. El salario promedio es de Bs.6 millones y una ayuda de alimentación solidaria de 40 dólares que no tiene impacto en beneficios salariales como vacaciones y utilidades”, señala Bodas.
Indica que hay un bono de transporte de 50 millones de bolívares que tampoco tiene incidencia y es solo para los trabajadores que ameritan traslado por su actividad.
“El sistema de salud Sicoprosa, que tenía hasta cláusulas internacionales incluyendo los familiares y sobrevivientes, tiene más de cuatro años que no funciona. Nos descuentan y a los trabajadores no los atienden en las clínicas», denuncia el dirigente sindical.
Hace un duro cuestionamiento al presidente de la FUTPV y lo señala: “Wills Rangel dice que tenemos un seguro de 10.000 dólares al año, cosa no se corresponde con la realidad.”
-¿No es cierto?
-Lo concreto es que cuando los trabajadores van a la clínica no los atienden. Y no es la patología o la enfermedad del trabajador lo que determina el acceso. Es solo una llamada de Pdvsa la que activa el ingreso. Pdvsa tiene un filtro y decide quién puede acceder al seguro.
-¿Cómo han manejado el trabajo en la pandemia?
–La mayoría no tiene acceso a la salud en un mundo con dos pandemias: la COVID y el hambre.
-¿Cuántos trabajadores han muerto por COVID-19?
-No tenemos un número específico. Del Comité Ejecutivo han fallecido tres: Jaime López, Freddy Alvarado y Frank Luna, pero hay una cantidad de trabajadores que se nos mueren en Zulia, La Campiña, El Palito, en todas áreas operativas.
-Un seguro de 10.000 sirve para atacar la COVID-10.
-Con ese seguro no dan acceso por COVID-19. Y la información que tenemos es que en las cláusulas establecen que no aceptan a gente con problemas respiratorios. Los que tienen síntomas COVID no están amparados por el seguro.
Hace hincapié en que la COVID-19 debe ser considerada como “enfermedad profesional” para que los tratamientos y medicamentos corran por cuenta del patrono
-¿Cual es la situación de los pensionados?
-A los jubilados le pagan cuatro petros que en teoría son 240 dólares, pero cuando intercambia los petros en la plataforma Patria se los compran a la mitad del precio. Exigimos que el BCV nos los cambie a 60 dólares el petro.
-La federación está partida en dos partida en dos.
-Está dividida entre una burocracia sindical roja rojita. Una dirigencia que está al servicio del partido PSUV. Su compromiso es con el patrono, con el Gobierno. Además se habla que están las transnacionales chinas, rusas, pero no se habla de las estadounidenses como Chevron que pagan tres dólares mensuales. Eso no ocurre en ninguna parte del mundo. Ese salario de hambre.
Señala que la Fiscalía ha dicho que en la Faja del Orinoco “se robaron 25.000 millones de dólares, es por eso que este país está así”.
La industria
“En el 2010, los trabajadores petroleros hicimos un informe. Presentamos la grave problemática que existía en la industria, en los taladros, refinerías, empresas mixtas y la solución a estos problemas”, asegura.
-¿Que le pasa a Pdvsa?
-PDVSA se cae a pedazos por falta de inversión y mantenimiento. Ese informe lo presentamos a la gerencia de la empresa, Ministerio del Trabajo y a la federación. No tomaron acciones sobre lo planteado.
“Hoy en la refinería de Puerto La Cruz, donde soy trabajador de 32 años de servicio, que tiene una capacidad 190.000 barriles diarios, solo refina 75 mil barriles diarios, después de cuatro años paralizada”, asegura Bodas.
Alerta que debido a la parálisis de tanto tiempo “no hay confiabilidad operacional. Constantemente se tiene que paralizar por electricidad, bombas, falta de agua”
Señala que está produciendo 18.000 barriles de gasolina diarios y 15.000 barriles diarios de diésel.
-¿Cuándo comenzó a producir?
-Hace dos meses. Sin embargo, ha habido varias paralizaciones por problemas con calderas. En la refinería se trabaja, pero no está ni siquiera al 80% de su capacidad instalada.
Bodas agrega en su explicación que “el problema del suministro de gasolina es el estado de nuestras refinerías. La falta de inversión, de mantenimiento. Ya había un problema y las sanciones afectan y profundizan una realidad de ya existía. Tenemos en El Palito una capacidad instalada de 130.000 barriles diarios y está parada”.
“Amuay está parada. Cardón está operativa pero tiene problemas. En el mejor momento produce de 30 a 40 barriles. Dependemos de importar gasolina y diésel”, sentencia Bodas.