El gobierno venezolano ha mostrado interés en restablecer sus relaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), colaborando con la institución para “desbloquear la financiación multilateral, aliviar las sanciones, permitir la reestructuración de la deuda y mejorar los flujos financieros hacia el sector petrolero”, reveló un informe de la firma Seaport Global.
Por su parte, el FMI dejó claro por medio de una nota de prensa que ha hecho seguimiento a la situación en el país, donde se detalló que el pasado 7 de febrero se reunieron el equipo técnico y el directorio de la institución para informar “sobre la evolución económica reciente de Venezuela”.
Precisaron que el encuentro forma parte de los procedimientos habituales para los países miembros, cuyas consultas del Artículo IV con el FMI tienen amplios retrasos considerable.
Dicho artículo establece que se deben ejecutar reuniones entre el FMI y las naciones, con la finalidad de hacer intercambio de información técnica para hacer evaluaciones sobre el desenvolvimiento económico que ocurre en los países miembros, como parte las relaciones bilaterales.
En simultáneo, Venezuela tiene un retraso de 217 meses en la ejecución de estas reuniones, se detalló por medio de una nota compartida por el portal web Bitácora Económica.
El informe de Seaport Global destaca la reanudación de vuelos de deportación con migrantes ilegales desde Estados Unidos hacia Venezuela, que considera un primer paso dado por la administración de Nicolás Maduro para lograr un acercamiento diplomático con Donald Trump y ha señalado que, si se levantan las sanciones, cesarían los flujos migratorios hacia el país.
La firma especializada en mercados de capitales también toma en cuenta la renovación por seis meses de la licencia a la estadounidense Chevron por parte de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) y el “enfoque más pragmático” que ha aplicado Trump hacia Venezuela, en comparación con la máxima presión aplicada en su primera gestión presidencial, lo que llevaría a considerar que pudiera ocurrir una restructuración de la deuda bajo sanciones.
El informe también habla sobre la evaluación de una posible recuperación de Venezuela, que pasa por tomar en cuenta que la contracción del PIB (producto interno bruto) es dramática, “parecida a la de un país devastado por la guerra (una contracción estimada del 69% desde el máximo alcanzado en 2013 y una contracción del 53% desde 1998, cuando (Hugo) Chávez ganó las elecciones”.
Asimismo, Seaport Global establece en su informe que la base de una posible recuperación económica del país y de la reestructuración de la deuda seguirá siendo la producción energética en cuanto a petróleo y gas: “Desde finales de los ochenta hasta finales de los noventa, la producción petrolera venezolana aumentó en 1,5 millones de barriles diarios”.