El Banco Mundial recortó sus estimaciones de crecimiento anual a 2,6% para este año, en lugar del 2,9% que se había calculado
Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y sus socios y un posible repliegue de China hacen temer una desaceleración de la economía mundial, que podría encontrarse incluso en un momento de transición.
Las advertencias se multiplicaron en los últimos días: «La prioridad absoluta es resolver las tensiones comerciales y al mismo tiempo acelerar la modernización del sistema comercial internacional», afirmó Christine Lagarde, directora general del Fondo Monetario Internacional (FMI).
De su lado, el Banco Mundial recortó sus estimaciones de crecimiento anual a 2,6% para este año, en lugar del 2,9% que esperaba antes. Lo mismo han hecho otras instituciones internacionales, como la OCDE, así como algunos economistas.
Las incertidumbres están ligadas a las amenazas del presidente estadounidense Donald Trump, quien planea subir los aranceles de la totalidad de las importaciones chinas así como castigar aquellas procedentes de socios comerciales como México, e incluso la Unión Europea, ya que la idea de aranceles a los automóviles fabricados en el viejo continente no ha sido descartada.
«Temo que estamos en tiempos bastante tormentosos para la economía mundial», explicó Brian Coulton, jefe economista de la agencia de calificación Fitch.
Explica Coulton que si se aplican los nuevos aranceles a las importaciones chinas y mexicanas, la situación «empezaría a convertirse en un choque material, incluyendo a Estados Unidos».
Si bien el FMI aumentó las estimaciones de crecimiento para la primera economía mundial, las cifras de empleo publicadas por Estados Unidos no fueron tan como se esperaba.
Al respecto, el administrador de activos europeos, Anton Brender advirtió que «los márgenes de maniobra de las autoridades son más limitados», refiriéndose a EEUU.