El Director del Programa para Latinoamérica del Instituto para la Paz y Resolución de Conflictos de EEUU destaca lo que requiere la población en materia económica
El Director del Programa para Latinoamérica del Instituto para la Paz y Resolución de Conflictos de los Estados Unidos, Keith Mines, aseguró que en estos momentos existe una oportunidad para buscar una negociación pacífica entre los factores políticos en Venezuela.
El Internacionalista Keith Mines afirmó que no todo esta hecho en cuanto a la polarización que vive el país, sin embargo, aseguró que ahora más que nunca existe la posibilidad de generar una ruta a una negociación viable y creíble entre Gobierno y Oposición, debido a la inclusión de nuevas fuerzas en la política nacional, que pudieran trazar caminos hacia negociaciones que den como resultado, un verdadero cambio pacífico.
Keith Mines, resaltó que la crisis humanitaria por la que atraviesa la Nación, pasa por una solución política, que a su vez satisfaga las demandas que requiere la población en materia económica, alimentaria y de salud, por lo que recalcó que es urgente que se produzca una negociación que concluya en acuerdos concretos, entre los factores de la Oposición y del Gobierno.
El experto en Relaciones Internacionales, apuntó además que ha despertado un serio interés para un sector de la política norteamericana, la inclusión de actores externos en la crisis venezolana, como lo son los acercamientos con Irán, el intercambio comercial y energético con China y el asesoramiento militar de Rusia, factores que han hecho que Venezuela deje atrás su carácter de Nación neutral en el continente.
Mines resaltó que, existe una situación complicada a lo largo de la frontera entre Venezuela y Colombia, por el resurgimiento de facciones de las FARC, que a su juicio han ocupado territorios a ambos lados de la línea fronteriza, generando una crisis de desplazados sin precedentes en la región.
Por último, Keith Mines reiteró que se hace urgente una negociación entre los factores políticos, para lograr la llegada al país latinoamericano de un mayor número de vacunas, y hacer frente a la pandemia de COVID-19, que según su criterio ha afectado notoriamente a la economía y a la población venezolana.