Desde el primer semestre de 2020 hay «una tendencia del Estado venezolano a la desaparición del programa CLAP y a su sustitución por programa de transferencias monetarias del sistema patria», detalla el coordinador de Ciudadanía en Acción, Edison Arciniega
Lo que ha detectado Ciudadanía en Acción es que las bolsas o las cajas CLAP cada vez tienen menos peso en la dieta de los venezolanos. «Se convirtió en un programa que alcanzó a cerca de un tercio de los venezolanos», que «redujo su presencia, redujo su relevancia y la tendencia en el semestre es a la reducción», explica Edison Arciniega, coordinador de Ciudadanía en Acción.
El CLAP nació en 2016. Tuvo tanto peso, que las autoridades llegaron a plantear «todo el poder para los CLAP», equiparándola con la vieja frase «todo el poder a los soviets». «De acuerdo con la Encuesta de condiciones de vida (ENCOVI) para el 2017 un 87% de los hogares venezolanos había recibido en alguna ocasión una caja CLAP, porcentaje que sube a 95% en el 2018», recuerda Transparencia Venezuela en «Los Comités Locales de Abastecimiento y Producción CLAP y la Gran Corrupción del siglo XXI», una investigación del profesor Carlos Aponte.
https://transparencia.org.ve/wp-content/uploads/2019/08/4-Clap-Informe-Carlos-Aponte.pdf
Pero los CLAP podrían tener fecha de defunción. Según Arciniega, el programa desaparecerá en 2022.
Los datos de Ciudadanía en Acción muestran que sigue en retroceso. Comenzó el año 2021 con una cobertura de 2,032 millones de familias receptoras y cerró el mes de julio con 1,7 millones de familias (de 6 millones que hay en Venezuela).
Es «un programa que se reduce», reitera. «Estamos ante un reducción cercana a las 300 mil familias» y llega cada 3,5 meses. «Casi ninguna familia está recibiendo más de una caja». Es decir, el programa «se reduce en penetración, se reduce en número de familias a las que alcanza».
Arciniega detalla que, desde el primer semestre de 2020, hay «una tendencia del Estado venezolano a la desaparición del programa CLAP y a su sustitución por programa de transferencias monetarias del sistema patria, que es un programa mucho más eficiente» y que llega a 82% de los hogares. «Es mucho más eficiente entregar dinero que entregar alimentos».
Ya no se entregan proteínas: «Es 90% cereales: arroz, pasta, harina de maíz». La mayoría de esos productos son venezolanos, o al menos, procesados en Venezuela, aunque la materia prima sea extranjera (como el maíz, el arroz o el trigo).