Una salida que proponen dentro del margen de negociación que pudiera tener el banco con sus clientes es la cesión de créditos.
Los depositantes del Banco del Orinoco, propiedad del Grupo Financiero BOD, piden que sus fondos les sean devueltos con la mayor rapidez posible.
El Banco del Orinoco fue declarado en bancarrota el pasado viernes por una Corte de Primera Instancia de Curazao, decisión que apelará el Grupo Financiero BOD. Ante este escenario, los clientes buscan alternativas para solicitar el resguardo de sus fondos.
En ese sentido, el presidente de Alianza Nacional de Usuarios y Consumidores (Anauco), Roberto León Parilli, explicó que acudirán ante la autoridad de la isla a acreditar su representación y solicitar la calificación de los créditos; y que tomen en cuenta los alegatos de los depositantes al iniciar los procedimientos respectivos, ya que hasta el momento no se han pronunciado a ese respecto, los alegatos pareciera que sido desestimados.
«Hay que sacar del juego a los clientes, ya que no son responsables de lo que está ocurriendo (…) Nosotros estamos exigiendo celeridad, toma de decisiones inmediatas», dijo en entrevista telefónica con Contrapunto.
Aseguró que «los verdaderos dolientes» de este proceso son los 7.000 clientes venezolanos. entre personas naturales y jurídicas.
León Parilli, considera que está iniciando una batalla legal entre la autoridad del Banco Central y el Banco del Orinoco, de la que los depositantes no tienen que ser parte, por lo que ellos únicamente solicitan la devolución de su dinero.
Una salida que proponen dentro del margen de negociación que pudiera tener el banco con sus clientes, es la cesión de créditos.
En principio, los depositantes esperaban que sus fondos se lo devolvieran en 60 días, como había informado el banco, tras el anuncio de liquidación, pero desde la intervención el pasado 5 de septiembre, las cuentas se mantienen congeladas.
Asimismo, el presidente de Anauco considera que es necesario determinar el estado patrimonial del banco, ya que el banco alega un superávit presupuestario de más de 400 millones de dólares, mientras que el Banco Central de Curazao aseguró que activos de la entidad «son sumamente limitados» y con deudas «sustanciales».
Aclaró que la decisión del tribunal de Curazao no está firme, pero el proceso de apelación puede ser muy largo.