El IVIC, ubicado cerca de Caracas, alberga ruinas y áreas que atestiguan la importancia histórica del café en la región
Durante la recolección del café sembrado en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), el caficultor Enrique Egaña compartió detalles sobre la participación del instituto en el Encuentro Internacional de Café de Especialidad Venezolano (Eicev2024). “Este encuentro tiene como objetivo promover la cultura y la excelencia en el café, así como fomentar la investigación y la innovación en la industria cafetalera”.
Egaña destacó el sólido respaldo científico con que cuenta la producción, que se caracteriza por ser netamente orgánica, por su tono morado, madurez y un excelente promedio de 19 a 21 grados Brix de azúcares. «También estamos llevando a cabo estudios científicos incluyendo el análisis de metales pesados y la medición de la tabla nutricional en sus diferentes etapas.»
Impulso del mejor café en Venezuela
Mientras tanto, Saul Flores, jefe del Laboratorio de Ecología de Suelos, Ambiente y Agricultura, del Centro de Ecología, resaltó las características edáficas del suelo ya que producen un café azul en la zona.
«El café de esta región tiene un tono azulado único, conocido como Caracas Blue, que en el pasado fue el café más famoso del mundo debido a su tonalidad y calidad excepcionales», explicó el especialista en suelos.
Pioneros del café
Por su parte, el antropólogo Arturo Jaime abordó la importancia histórica del café en la región, tomando en cuenta que este llegó a Caracas a finales del siglo XVII, introducido desde Brasil, y se extendió a lo largo de los Andes.
“Una de las fincas más conocidas en Caracas por su relación con el cultivo y secado del café es Hacienda La Floresta. Según cuenta la historia, el padre Mohedano fue el pionero en introducir las semillas y el cultivo del café en la zona de La Castellana y Chacao. Además, existen evidencias arqueológicas que indican una estrecha relación entre la siembra y el procesamiento del café en las faldas del Ávila”.
El IVIC, ubicado cerca de Caracas, alberga ruinas y áreas que atestiguan la importancia histórica del café en la región.
«En la parte alta del cerro, se encuentran las antiguas trochas, donde las mulas cargaban el café y formaban una fila para bajar hacia Antímano, en el noreste de la región. Hoy en día, todavía se pueden observar estas estructuras y ruinas, así como patios de secado; muestra de ello es que en el edificio de la dirección del IVIC, se conserva un fragmento de un antiguo patio de secado, conocido como el piso rojo», añadió Jaime.
Egaña, destacó que el café que se está produciendo en Altos de Pipe cuenta con unas características únicas, entre ellas una altura privilegiada de 1.600 metros, que puede llegar a 1.750, sin dejar de mencionar que el café producido en esta región promete ser de alta calidad debido a su concentración de azúcares y sus precursores aromáticos.
“Se espera que este café represente lo mejor de la excelencia cafetalera venezolana en la competencia”.