Emilio Breindembach, subdirector de hortalizas de Fedeagro, indicó este jueves que las mayores pérdidas para los productores agrícolas venezolanos fueron para los estados andinos entre junio y julio, con 150 hectáreas perdidas especialmente entre quienes estaban cerca de ríos para unas 300 familias afectadas. Posteriormente «no se han registrado pérdidas mayores» de las que Fedeagro tenga conocimiento, acotó en entrevista para Unión Radio.
«80 % de la agricultura es agricultura familiar y a pulmón propio», por lo que el impacto ha sido fuerte, refirió en entrevista para Unión Radio. Este concepto implica que son productores desde media hectárea a 50 hectáreas. «Financiamiento no existe, estamos a pulmón propio». Cada hectárea puede costar desde mil dólares a 3 mil dólares por hectárea.
El sector hortalizas es uno de los más afectados por las lluvias, porque es perecedero y más delicado. «Desde su cosecha tiene una duración de ocho a 15 días», apuntó.
Las pérdidas son asumidas por las familias. «Ha disminuido bastante la siembra de hortalizas porque no tenemos la ayuda de financiamiento, y los factores climáticos no han ayudado». Las lluvias continuas han sido un gran desafío, acotó. «También nos han afectado los bajos costos a la puerta de finca», por lo que «no se están recuperando los costos de inversión para la siembra». Incluso «hay siembras en las que se siembra a pérdida» cebollín, papa y otros rubros.
«El equilibrio es que haya más consumo y que no sean tan altos los costos de producción», porque el consumo «ha bajado mucho, ya no es prioridad y el poder adquisitivo no ayuda». Papa, cebolla, pimentón, zanahoria son los que no faltan, y se dejan por fuera el brócoli y la lechuga. El productor calcula que el consumo bajó alrededor de 60 %.






