Jannik Sinner se consagró campeón del Masters de París este domingo tras vencer a Felix Auger-Aliassime en sets corridos, logrando así su título número 23 como profesional y extendiendo a 26 su racha de victorias en canchas duras bajo techo. Con este triunfo, el italiano volvió a ocupar el primer puesto del ranking mundial, desplazando a Carlos Alcaraz. Sin embargo, su reinado será efímero: en solo una semana, al inicio de las Finales ATP en Turín, el español retomará la cima.
Una batalla por cerrar el año como número 1
Ambos tenistas llegan a las Finales ATP con posibilidades de terminar la temporada como el mejor del mundo. Alcaraz, quien alcanzó el número 1 tras ganar el US Open en septiembre, parte con una ventaja de 1.050 puntos sobre Sinner una vez que se descuenten los puntos obtenidos por el italiano en la edición pasada del torneo.
En Turín, los jugadores pueden sumar hasta 1.500 puntos si se coronan campeones invictos: 200 por cada victoria en la fase de grupos, 400 por ganar la semifinal y 500 por el título.
Qué necesita cada uno para quedarse con el trono
- Carlos Alcaraz: Aunque cayó sorpresivamente en segunda ronda del Masters de París ante Cameron Norrie, aún tiene margen. Si suma al menos 500 puntos en Turín —ya sea ganando sus tres partidos de grupo o combinando una victoria en esa etapa con un triunfo en semifinales— podría conservar el número 1 incluso si Sinner gana el torneo invicto.
- Jannik Sinner: Está obligado a ganar el torneo para tener opciones, pero no depende solo de sí mismo. Si pierde un partido en la fase de grupos, Alcaraz necesitaría solo dos victorias; si pierde dos, al español le bastaría con una.
Sinner, enfocado en su juego
Tras su victoria en París, Sinner aseguró que no se obsesionará con el ranking durante el torneo en Turín. “Me concentraré en mi lado de la cancha y jugaré el mejor tenis que pueda”, declaró. “El objetivo de esta semana fue avanzar día a día”.
La lucha por el número 1 promete ser el gran atractivo de las Finales ATP, con dos jóvenes talentos decididos a cerrar el año en lo más alto del tenis mundial.






