«El fin del mundo»: la derrota de los All Blacks en las semifinales de la Copa del Mundo de rugby contra Inglaterra aturdió a Nueva Zelanda, cuyo sueño de un tercer título consecutivo se desvaneció ante un XV de la Rosa superior.
«¡El fin del mundo! Los All Blacks aturdidos por unos increíbles ingleses», tituló el New Zealand Herald, diario con más tirada del país.
La derrota neozelandesa por 19-7 contra los ingleses este sábado en Yokohama (cerca de Tokio), es la primera en Copa del Mundo desde los cuartos de final contra Francia en 2007 (20-19), a partir de los cuales enlazaron 18 triunfos.
Frente a una selección inglesa fogosa y superior, los All Blacks nunca parecieron una amenaza.

«Si (los All Blacks) logran escapar, será un gran esfuerzo», declaró Stephen Donald, exapertura de la selección oceánica y ahora comentarista de televisión.
En su búsqueda de motivos para esta derrota, el New Zealand Herald, aseguró que la decisión de poner de titular al habitual segunda línea Scott Barrett, como tercera línea fue «una apuesta que no funcionó».

Pero, para la mayoría de los medios neozelandeses, Inglaterra fue simplemente demasiado fuerte.
Gregor Paul, cronista del New Zealand Herald, elogió la capacidad de los ingleses de reducir «al mejor ataque del mundo a un (…) revoltijo aleatorio de malas ideas frenéticas».

El periodista especializado en rugby de la web Stuff.co.nz, Marc Hinton, escribió: «los neozelandeses deben admitirlo. (Los ingleses) estuvieron magníficos».
Para Television New Zealand, «la presión incesante y el ritmo sin parar» impuestos por Inglaterra, están en el origen de la derrota, mientras que la web de Television Three, afirmó que los All Blacks fueron «sacudidos por una ofensiva inicial» y ya no se recuperaron.