María Guédez Jr quiere escribir su propia historia en el sambo

Arnaldo Fernández l @fernandzarnaldo

El sambo es un deporte de combate y sistema de defensa propia desarrollado en la antigua Unión Soviética y en Venezuela contamos con grandes exponentes a nivel mundial y esta joven atleta es una muestra de ello

Llevar el apellido Guédez en el sambo es una gran responsabilidad, ya que el mismo acompaña a la mejor sambista del continente, campeona del mundo medallista internacional y toda una leyenda del deporte venezolano en esta disciplina.

María Guédez Jr. quiere trazar su propio camino en el sambo, un arte marcial poco conocido pero que en Venezuela tiene una historia muy especial que data del año 1983, cuando en los Juegos Panamericanos llevaron al país a ubicarse en posiciones importantes con una gran cantidad de medallas.

Guédez Jr. conversó con Contrapunto en nuestro segmento deportivo, en el cual nos contó todas esas grandes anécdotas en un deporte que practica desde que tenía nueve años. En su joven curriculum tiene dos eventos internacionales en los cuales alcanzó la medalla de plata en la Copa Mundial Juvenil y la medalla dorada en el Campeonato Panamericano.

«Mis primeros pasos fueron obviamente gracias a mi hermana, desde temprana edad comencé a sentir amor por lo que ella estaba haciendo. fue a los nueve años cuando ingresé a las clases de sambo en Valencia», destacó.

De igual manera, afirmó que su amor hacia este arte marcial surgió en el mismo gimnasio del IND en Valencia, además siempre estuvo rodeada de estos deportes de combate. María además practica judo, sin embargo, tiene claro cual es su disciplina favorita: «El judo y el sambo se complementan, pero yo me iría más por el sambo ya que desde mi perspectiva hay más posibilidad de derribar al contrario», señaló.

A María Guédez le llamó la atención el sambo por ser un deporte poco conocido y esto la hizo enfocarse más en esta disciplina. A sus 11 años tuvo su primera competencia y para ella fue algo muy motivador, ya que se enfocó en continuar con la adrenalina que sintió y continúa sintiendo en cada competencia.

Tomó la decisión de quedarse en Francia luego del Mundial Juvenil, en Montpellier específicamente, fue el lugar donde llegó y al año siguiente en la Copa del Mundo de Uzbekistán tomó el avión hacia tierras francesas y allí se quedó.

A diferencia de Venezuela, en Francia consiguió con quienes entrenar, en nuestro país destaca que las ganas son primordiales por parte de todos los atletas quienes deben realizar grandes esfuerzos para competir afuera.

Recuerda su medalla de plata en el Mundial Junior, con mucho cariño y a pesar de que iba por el oro, obtuvo el subcampeonato cayendo ante la representante de Rumania y al recibir la medalla estuvo contenta entendiendo que en su debut obtuvo este puesto tan importante.

Posteriormente, en el Campeonato Panamericano con 20 años seguía siendo juvenil y no confiaban en su actuación, la cual finalmente terminó con el título y se le salió la casta de campeona.

Consultada sobre la responsabilidad de seguir el legado de su hermana, nos asegura que es un orgullo llevar el apellido Guédez: «Es una gran responsabilidad porque soy hermana de una campeona del mundo y las personas ven en mi otra campeona del mundo. A veces siento que siempre estoy detrás porque suelen ver a la que ya hizo su resultado, pero estoy segura que voy a lograr esos mismos resultados y hasta mejores», señaló entre risas nuestra atleta nacional.

«Mi hermana siempre ha sido mi mayor punto de apoyo, está allí para mi y celebra cada actuación. No tengo más que pedirle la vida, soy muy afortunada de tenerla a ella. ¿Quién no quisiera entrenar con la campeona de l mundo? Yo tengo ese privilegio», subrayó.

A los que no conocen el sambo les dice que es un arte marcial completo y un deporte que a su juicio «enamora»: «Tenemos panamericanos, campeonatos del mundo, es un deporte que te llena de emociones».

María Guédez J.r quiere llegar a lograr al menos cuatro oros mundiales y es allá donde está fijado su norte, el cual no piensa perder a lo largo del resto del desarrollo de su carrera.

Para la fanaticada y los atletas del sambo en Venezuela les recomienda tener constancia: «No se rindan, en algún momento les va a llegar una buena competencia que los ayudará a darse a conocer. A mi me pasaba en Venezuela que únicamente competía a nivel nacional y tuve paciencia y aquí estoy. Deben saber que Dios siempre premia la constancia», finalizó.