Los secretos tras la resurrección futbolística de «Gabigol»

Gabriel Barbosa, es un jugador diferente del que regresó cabizbajo a Brasil en 2018, después de su amarga experiencia europea.

Con 29 goles en 37 partidos oficiales con Flamengo, hoy ‘Gabigol’ hace honor a su apodo. Está en la final de la Copa Libertadores, frente al River Plate, este sábado en Lima y de igualar los récords goleadores de Dadá Maravilha y Túlio.

Una estricta dieta y un programa de estimulación muscular a través de aparatos electrónicos, han contribuido para que el delantero no haya perdido la voracidad que mostró el pasado año al servicio del Santos, cuando se consagró mejor artillero del Brasilerão.

«Tuvo que dejar los dulces en general. Le encantaban los pasteles», contó a ‘Folha de São Paulo’ Eduardo Rauen, médico especializado en nutrición, que trata a varios futbolistas de élite y al propio seleccionador brasileño Tite.

El resultado: A pesar de mantenerse en los 77 kilos, el índice de grasa corporal bajó del 13,9%, hasta el 9%. Eso le permitió ganar en resistencia y agilidad, dos atributos esenciales en un campeonato tan largo como el brasileño.

El futbolista ha disparado su producción de la mano de Jorge Jesús. En cuatro meses ha marcado 17 goles y dado nueve asistencias en el campeonato local.

Nacido hace 23 años en São Bernardo do Campo, periferia de São Paulo, el atacante ha renacido en su país después de pasar un año y medio en el Inter de Milán, club que lo compró en 2016 a cambio de 29,5 millones de euros. Tampoco tuvo suerte en el Benfica, al que llegó cedido.

Se consagró máximo anotador en el Brasileirão de 2018 con 18. Y con el Flamengo, en el que también está cedido, está a punto de culminarla.

Si este año vuelve a subir al primer lugar del cajón de anotadores, igualará a sus compatriotas Dadá Maravilha (1971 y 1972) y Túlio (1994 y 1995). Solo ellos, han ganado consecutivamente el título de máximo artillero en la Liga de brasileña.