Debutó, por accidente, en los dos partidos que le dieron el título a la oncena merideña
Hablar de José Torrealba es hablar de un delantero con un excelente legado en nuestro fútbol nacional, él militó en varios clubes importantes, de la talla de Llaneros, Deportivo Táchira, Estudiantes de Mérida y Mineros, entre otros.
De igual manera, “El Buda” participó en la liga de Sudáfrica donde salió campeón con el Mamelodi Sounders, equipo con el que, en 50 partidos, anotó 15 goles.
Actualmente, a sus 39 años es el asistente técnico de Estudiantes de Mérida, equipo campeón del Torneo Clausura del fútbol nacional, y con el cual, debido a la suspensión del DT, tuvo la posibilidad de dirigir durante los dos partidos que le dieron el título a los académicos ante Mineros.
Con esa humildad que lo caracteriza, “El Buda” recibió a Contrapunto para hablar acerca de las sensaciones que le dejó el triunfo de Estudiantes en la presente campaña y la manera de devolverle a una fiel fanaticada un título que les era esquivo desde 2001.
“El significado de este título para los jugadores ha sido muy grande, debido al tiempo que se tenía esperando por el mismo. De mi parte voy comprendiendo cada día más lo que significa ser entrenador”, afirmó Torrealba.
José Torrealba está dando sus primeros pasos en la dirección técnica y es por ello que, como asistente, aporta su experiencia para el club. En cuanto al título obtenido, afirma sin tapujos que no esperaba obtenerlo en tan corto tiempo.
“Cada día nos preparamos para esto, sin embargo, te repito que no esperaba que los resultados los íbamos a ver de manera tan rápida”.
En cuanto a las experiencias y lo que significan obtener un título desde el banquillo, en lugar de conseguirlo en el terreno de juego, Torrealba aseguró que son difíciles de comparar porque son situaciones distintas.
“Como jugador, tú te preocupas por cómo te sientes, tú rendimiento y por aportar al grupo. Como entrenador es algo mucho más complejo; pues son muchos los detalles a los que debes prestar atención dentro del campo”.
Destacó la labor y el apoyo a los jugadores suplentes y que sin duda alguna cumplen, a su entender, un rol excepcional en cada partido.
Afirma que vivió el campeonato con mucha intensidad; considera que en el partido de ida el ambiente, con casi 38 mil espectadores apoyando al equipo, jugó un papel fundamental. Pero levantar un trofeo en Puerto Ordaz también significó mucho ya que es una tierra que le trae innumerables recuerdos.
El rol del “Buda” como entrenador lo asume como un reto, sobretodo para enseñarle a los más jóvenes el verdadero significado de lo que es ser un jugador profesional.
“Esto es un reto, porque el hecho de qué hayas sido buen jugador no garantiza que seas buen entrenador y para llegar a ese cargo hay que prepararse mucho”, aseveró.
El exvinotinto considera que debe seguir trabajando para aprender este oficio, de igual manera, aún no se considera entrenador; a su criterio debe seguir estudiando para lograrlo.
“Es mucho el camino que debo recorrer para poder asumir el reto de un banquiilo”
Asegura que su paso por la selección nacional fue un sueño hecho realidad y hoy, desde el banquillo, no puede borrarse de la mente aquella anotación contra Perú. «Es inolvidable como se dieron las cosas, el primer balón que me llega lo convierto en gol, y posteriormente anoto uno de los goles más lindos de mi carrera».
Vivió su carrera como jugador entre momentos duros y otros no tanto, recuerda, por supuesto, el torneo de 2001 con Estudiantes, y su primera temporada en Sudáfrica donde se coronó campeón.
«Justamente en 2001 fue que yo llegué a Estudiantes, en el último título que había ganado el equipo. Para resumir lo que siento por Estudiantes con una palabra, utilizaría «gratitud» y un gran amor por estos colores que tanto han dado a mi carrera», resaltó.
Considera a Estudiantes como el equipo que le abrió las puertas y donde pudo vivir las dos etapas como jugador y asistente técnico, lo que lo ha hecho crecer profesionalmente.
En cuanto a la actualidad del fútbol nacional considera que ha mejorado en buena medida, sobre todo en el aspecto institucional. Sin embargo resalta que 20 equipos son muchos y que reducirlos a 16 pudiera hacer más competitivo el torneo.
A pesar de que espera seguir escalando para ser director técnico, el Buda se visualiza en los banquillos en un futuro no tan inmediato, y es por ello que seguirá con su preparación. Llegar a dirigir La Vinotinto es una meta que ve lejana, pero que no la descarta, afirmando que ese debe ser el rumbo.
«Yo ahorita estoy como cuando llegué a Mérida, como un muchacho que quería continuar desarrollando su carrera. Todo me ha llegado muy rápido y sin duda la selección es una meta muy lejana, aunque a veces la vida te sorprende», afirmó.
En lo que respecta al futuro de Estudiantes de Mérida, el Buda asegura que de inmediato se concentran en tres objetivos fundamentales, el Torneo Clausura y mantener al grupo con el hambre de ganar, así como lograr que los jugadores jóvenes puedan establecerse sin perder el foco.
Esperan obtener la tercera estrella y luego pensar en lo que va a ser la Copa Libertadores; donde ya la oncena académica tiene un lugar asegurado.
Finalmente exhortó a las nuevas generaciones a formarse constantemente y trabajar para alcanzar las metas, siempre con humildad para ir paso a paso y estableciéndose.