Daniel Dhers: la legendaria máquina dorada de trucos

Punto Olímpico Fotos: EFE

Entre aplausos y admiración, la leyenda del BMX Freestyle tuvo una de las actuaciones memorables de Lima 2019

Daniel Dhers dio una clase de historia en el trazado de Costa Verde. Al menos tres o cuatro de los trucos que usó para coronarse después de una caída en la primera ronda de la final fueron inventados por él mismo, un hombre de 34 años que sigue vigente en un disciplina dominada por adolescentes.

Dhers debutó en los Juegos Panamericanos con oro. Era también el debut en el ciclo olímpico para su disciplina, que acaba de ser incluida en el programa olímpico. Lo denotaba la indumentaria desenfadada de los riders, que igual competían en jeans, pantalones cargo o de pana.

Durante la justa del BMX Freestyle, el caraqueño mantuvo a la audiencia inmersa en nerviosismo al caerse durante la primera carrera de la final, cuando solo faltaban cinco segundos para terminar. Una evaluación de 50.33 lo dejaba provisionalmente sexto.

Las cosas parecieron ponerse aún más cuesta arriba cuando el argentino José “Maligno” Torres recibió una puntuación de 87, que lo obligaba a una rutina fuera de serie para recuperarse del último lugar en el que la caída lo había dejado.

Más tarde, salió a dar el todo por el todo, en tan solo un minuto arriesgó lo que tenía y logró una impecable rutina que incluyó el mismo truco con el que se cayó, esta vez sin fisuras, que mereció 88.50 puntos, primer lugar de la cita.

La euforia de Daniel, al saber que había terminado una excelente rutina se dejó ver sobre la caja central del circuito, ubicado en Costa Verde, San Miguel, Lima, Perú, mientras el público deliraba ante la apoteosis del ídolo de los X-Games, que logró prevalecer ante Torres y ante el campeón mundial, el estadounidense Justin Bowell.

Luego relataría que fue precisamente Bowell quien le dio el consejo por el que ganó el oro: “Es complicado el proceso mental por el que uno pasa. Arriba (en la plataforma de salida), le pregunté ‘¿Qué hago? ¿Cómo trato de arreglar eso?’, y me dio la idea: ‘¿por qué no haces ese truco del otro lado? No fue que no te salió sino que te tropezaste con la otra rampa’. Es difícil hacer esos cambios de última hora, yo había practicado toda la semana y tenía listo en mi cabeza lo que iba a hacer, así que fue un poco extraño, pero el que sobrevive es el que se adapta al cambio, y eso hice”.