Por su edad, Barroso sabía que esta podía ser su última oportunidad de asaltar la gloria del ring y por eso salió con todo desde el primer minuto, tirando de manera constante y obligando a su rival a cubrirse, limitando sus ataques a impactos esporádicos que en ningún momento lo pusieron en peligro.
Llegó sin la marca de favorito y se fue como campeón. Ismael “Tigre’‘ Barroso, rugió por todo lo alto para convertirse en el nuevo poseedor del cetro dorado de la Asociación Mundial del Boxeo y abrirse camino hacia una faja superior en las 140 libras para la próxima temporada.
Con un accionar constante y un ataque de alto volumen, el venezolano le arrebató por decisión unánime el cinturón dorado al canadiense Yves Ulysse Jr., y en el proceso conquistó el corazón de los aficionados reunidos en el OC Hangar, de Costa Mesa, California, que corearon su nombre de principio a fin.

“Siempre es bueno recibir el apoyo de la gente y aquí en California han premiado mi trabajo’‘, comentó un feliz Barroso tras el éxito en la velada de Golden Boy por DAZN. “La gloria primero es para Dios y para toda la gente que se ha mantenido a mi lado durante tanto tiempo».
Muy poco se había comentado de Barroso (22-3-2, 20 KO) y mucho de Ulysse en los días previos de este combate y se daba por sentado que el joven titular desplegaría su velocidad y juventud para derrotar al veterano de mil batallas y 36 años, un caso típico de lado B en la danza de dos.
Con información de El Nuevo Herald