Un prospecto con disciplina y la madurez suficiente para encarar la dura carrera de ser pugilista
El boxeo es uno de los deportes con las historias más apasionantes que contar, cada caso y cada boxeador debe trazarse una meta y superar diversos obstáculos para alcanzar el éxito.
La famosa zaga de Rocky Balboa nos muestra un boxeador sin temor de enfrentar a la vida y con la famosa frase: “Un round más”, y es con esa frase cómo podemos describir el inicio de la carrera de Samuel Aguilera.
Oriundo de Baruta, específicamente, del barrio La Palomera, este prospecto del boxeo no ha parado de entrenar y espera por su momento con ansias y sin desanimarse en medio de esta cuarentena.
Tomamos todas las medidas preventivas en Contrapunto y nos reunimos con Samuel Aguilera quien nos contó sus planes y preparación en estos tiempos difíciles.
“Mis inicios en el boxeo han sido difíciles, nada en la vida es fácil, comencé a los 12 años y hoy en día a los 19 sigo esperando mi oportunidad. Decidí invertir ese tiempo, porque el boxeo me gusta y me apasiona”, señaló.
Boxeo y pasión
Samuel Aguilera considera el boxeo como un deporte muy bonito, debido a que lo lleva en la sangre. Si tío y su padre fueron boxeadores. En este sentido, su padre no le gustaba que boxeara, razón por la cual mentía y decía que iba a jugar fútbol, pero salía a colocarse los guantes y a practicar el deporte que le apasiona.
“Poco a poco le fui diciendo y mi padre me acompañó, vio una pelea y me quedé en el boxeo”. A los 17 años, el profesor Chourio lo llevó al ring del IND en donde enfrentó a tres contrincantes, los cuales Aguilera considera que no estuvieron a su altura.
A trazar su propio camino
En su momento, se ha decepcionado por la espera, pocas veces le conseguían rivales de su categoría en 65 kilogramos y se acostumbró a pelear con contrincantes de cinco kilogramos más: “Yo pienso que si yo estando en 65 kilogramos puedo noquear a uno de 70, qué me hace pensar que no voy a noquear a uno de mi peso”.
Aguilera asegura estar preparado para un combate de título, quiere tener esa pelea que lo consagre de una vez por todas cómo boxeador profesional. Se decanta por pugilistas nacionales como ídolos,» entre los que nombró a Jorge Linares, Luis Arcón, “Bolivita Uzcátegui.
Sin embargo, y a pesar de su admiración por estos boxeadores criollos, Samuel señala que quiere construir su propia historia y labrar su camino e imponer su estilo.
Disciplina y constancia en época de pandemia
En época de pandemia debe pararse a las cinco de la mañana para ejercitarse y salir a trotar, pendiente de los policías que lo han parado unas cuantas veces y sufriendo en carne propia la falta de planificación por parte de las autoridades con los deportistas venezolanos.
Actualmente, es entrenado por Jorge Pérez, a quien califica de muy atento y de ser siempre quien está pendiente de su peso, alimentación y su crecimiento.
“En esta época he desarrollado aún más el boxeo, antes trabajaba y entrenaba, actualmente solo entreno de lunes a sábado y solo descanso los domingos, como quien dice ‘le echo bolas’”, prosiguió.
La promesa y el compromiso
Interrogado sobre la manera cómo sigue adelante sin tirar la toalla, compartió una anécdota: “Sincero, sincero, el año pasado, mi papá murió el 8 de noviembre, gran dolor porque padre es padre. Le hice una promesa antes que se lo llevaran en la urna: ‘No voy a tirar la toalla’, tarde o temprano tendré mi recompensa, todo llega”.
Al que le gusta el boxeo le dice que hay que echarle ganas, ya que considera que no es fácil, sin embargo, ya después de ocho años, el se siente capacitado para llegar a una pelea de título, asegura que a todos les va a llegar su momento.
Rapidez, vista, pegada y un excelente movimiento, Samuel Aguilera tiene todo para triunfar, y con hambre de triunfo y mucha disciplina, espera su momento para demostrar de que está hecho.