La tónica del partido fue la igualdad, aunque era el equipo de Monty Williams el que siempre parecía llevar la delantera
En el cuarto partido de la serie, los Bucks hicieron bueno el factor campo para vencer a unos Suns que lo tuvieron en la mano (109-103).
La tónica del partido fue la igualdad, aunque era el equipo de Monty Williams el que siempre parecía llevar la delantera. El equipo de Arizona, apoyados en un gran Devin Booker (42 puntos) rozó la victoria que hubiera puesto el 3-1 en la eliminatoria.
Un hombre entonces tomó la responsabilidad de llevar el partido a su terreno: Khris Middleton. El alero realizó su mejor partido en lo que va de final y se fue hasta los 40 puntos, incluidos seis en el último minuto. Unos últimos minutos donde Giannis Antetkounmpo tuvo su momento de gloria para decantar la balanza.
El tapón sobre Ayton impedía a los Suns acercarse en el marcador y acababa con las esperanzas de remontada.
A Middleton no le tembló el pulso y se convirtió en el hombre clave con un Antetokounmpo en plan secundario pero efectivo para dar la victoria a los Bucks, triunfo clave para igualar la serie y estirarla, asegurando al menos cinco juegos.