La obra de teatro expone una denuncia en cuanto a la violencia de género y roles del hombre y la mujer en la sociedad
La pieza teatral “Sola” llegará a la Sala Rajatabla para exponer en un monólogo, uno de los principales miedos de cada individuo, quedarse solo, más común de lo que se conoce y, sin embargo, en muchas ocasiones no se le da la atención necesaria.
Protagonizada por Sandra Moncada, también expone aspectos importantes sobre la violencia de género y el silencio que guardan las mujeres ante el maltrato físico, psicológico e incluso sexual, por parte de sus parejas o familiares, por el simplemente hecho de no quedarse solos.
Moncada encarna a María, una mujer que se encuentra atrapada en un ciclo de violencia y que busca desahogarse con una vecina que no conoce para así sumergir al público en su historia, marcada por la violencia, el machismo, la soledad, y todo ello bajo un toque de comedia, rodeada de música y otros factores que harán al espectador sentir diferentes emociones en aproximadamente una hora.
“La obra es una comedia dramática en donde todos van a reír, van a llorar, sí van a llorar y van a reflexionar y les va a tocar muchísimo el corazón porque nosotras de alguna manera hemos sufrido o sido violentadas de cualquier manera, o si no somos nosotras, es alguien muy cercano, ‘Sola’ es un trabajo, emocional muy duro lleno de emociones, anécdotas y aprendizajes”, expresó Moncada en exclusiva para Contrapunto.
![](https://estaticos.sfo2.digitaloceanspaces.com/estaticos/var/www/html/wp-content/uploads/2024/02/18124208/WhatsApp-Image-2024-02-18-at-12.37.31-PM-1.jpeg)
En esta ocasión, el director Adrián Jiménez, presenta una versión libre de la obra “La Mujer Sola” de Darío Fo, ganador del Premio Nobel de Literatura en 1997, y su esposa Franca Rame, donde también se denuncia el machismo y los roles de la mujer y el hombre en la sociedad.
“Hay un tema de la violencia basada en género y también la indefensión aprendida, que es como cuando tú desde pequeño estás condicionado o tu entorno te condiciona a aceptar ciertas cosas que son inaceptables o empezar a justificar cosas injustificables, pero en el fondo de todo eso hay un miedo a la soledad, porque a veces la soledad es sinónimo de fracaso”, explicó el director.
Además del tema protagonista, Moncada en su monólogo permite que el público lleve a su imaginación a volar, con cada uno de los personajes que enuncia en la obra, desde el esposo hasta la vecina que se acaba de mudar y con la que comienza una conversación y desde ese momento se va desarrollando la pieza teatral.
“Cada público se va a imaginar a un esposo cada persona se va a enamorar un cuñado de un hijo como pueden ser y todo desde la óptica de ella, entonces es un ejercicio interesante de imaginación porque terminas tienes que imaginarte también, cómo es la casa, dónde está el cuñado, cómo es el bebé, cómo es la vecina y eso es parte del juego y de la carga lúdica que tiene la obra.