La actriz y modelo que lideró la industria del cine y la moda de la década de 1960, fue asesinada un 9 de agosto de 1969 por «La Familia» de Charles Manson, una masacre por encargo que se equivovó de casa dejando un vacío y un estado de pánico en el Hollywood de aquellos años

En la década de los 60, la época del amor libre, Sharon Tate, actriz y modelo, representaba-al menos para Hollywood y sus seguidores-, un ideal, y una promesa del cine, de las portadas y de las pasarelas.
Tate, se casó con quien es considerado uno de los mejores el directores de cine del siglo XX, Roman Polanski, de quien, en 1969, a casi un año de su matrimonio, esperaba su primer hijo.

Era 8 de agosto, Tate tenía ocho meses de embarazo y Polanski se encontraba de viaje, así que ella decidió salir a su restaurante favorito y más tarde regresó a su casa junto a sus amigos, Jay Sebring, Voytek Frykowski y Abigail Folger. La casa, la había adquirido la pareja recientemente, era anteriormente, el hogar del productor Terry Merchel.
El 9 de agosto el ama de llaves de la familia encontró los cuerpos sin vida del grupo en una macabra escena en la que estaba escrita con sangre en las paredes la palabra «Pig» (cerdo).
Sharon Tate murió de 16 puñaladas perpetradas por el clan sectario de Charles Manson, que se hacía llamar «La Familia». Sebring, Frykowski y Folger, sufrieron el mismo destino. Un quinto cuerpo, identificado posteriormente como Steven Parent, fue encontrado con varios tiros en un vehículo estacionado en la entrada de la casa.
Un año antes, en 1968, Charles Manson, quien era también un aspirante a músico, conoció al productor Terry Merchel, quien en principio se mostró interesado en Manson, pero finalmente lo rechazó, un hecho que desató la furia en el líder de «La familia», quien decidió probar la fidelidad de su clan enviándolos a matar a Merchel a su residencia, que era, ahora, la casa de Polansky y Sharon Tate.

Luego de la muerte de Tate, sus películas fueron reeditadas. La era del amor libre sufrió una gran pérdida y la visión de perfección Hollywoodense se desvaneció en una ola de pánico que hizo que muchos del mundo del espectáculo se mudaran del distrito de las estrellas.