A raíz de la entrada de la ola de calor a Europa se han caido varias piedras de la bóveda. La continuación de las obras, que fueron paralizadas el pasado 25 de julio, se retomarán el próximo 19 de agosto
El Ministerio de Cultura francés subrayó este miércoles 14 de agosto que existe un riesgo «persistente» de que la catedral de Notre Dame, en París, se venga abajo tras el incendio, lo que explica la velocidad a la que avanzaron las obras y la «urgencia imperiosa» de retomarlas para evitarlo.
«A raíz de la ola de calor, se han vuelto a registrar recientemente piedras caídas de la bóveda. El ritmo de las obras iniciadas el 16 de abril se justifica únicamente por la urgencia vinculada al riesgo persistente de hundimiento», indicó la cartera de cultura francesa a través de un correo electrónico transmitido a los medios.
La continuación de las obras está prevista para el próximo 19 de agosto, tras su paralización el 25 de julio que fue necesaria para replantear las medidas de seguridad sanitarias para los trabajadores, quienes no habían sido «suficientemente respetadas».
En paralelo, esta semana empezaron los trabajos de limpieza de plomo en los alrededores de la catedral, que deberán extenderse aún durante tres semanas.
El Ministerio insistió, no obstante, en que la salud de los obreros es una prioridad absoluta que prima sobre cualquier otra consideración y destacó que los dispositivos establecidos desde el principio para garantizar su seguridad serán reforzados durante las próximas semanas y adaptados al número de personas que intervengan.