«Éxtasis», una de sus canciones más sensuales y «Vívela» pusieron el broche de oro a la noche, que seguro no será la última de Pablo ante su «monstruo»
Pablo Alborán,logró en la noche del miércoles dejar afónicas a las 15.000 personas que lo ovacionaron, al verlo cantar por tercera vez en su carrera en el Festival de Viña del Mar, entre cuyo público un chileno pidió a su novia matrimonio durante una de sus canciones.

Ya desde antes de que el protagonista de la noche saliera al escenario, el «monstruo», como popularmente se conoce al público del certamen, hizo retumbar una y otra vez el anfiteatro de la Quinta Vergara, con sus apasionados gritos al ver el rostro del español en las pantallas u oír a los presentadores decir su nombre.

Con «No vaya a ser», uno de los temas más enérgicos de su último disco, «Prometo» (2017), Alborán inició el romántico periplo de canciones que encandiló a un público que más adelante él mismo aseguró que le ha hecho «crecer, soñar» y «estar constantemente en búsqueda, motivación y energía».

«Desde que vine a Viña la primera vez hicisteis que mi carrera pegara un suelto, que se abrieran las puertas de muchísimos lugares. Viña y Chile es responsable de que yo sea feliz», dijo el malagueño, que vuelve al festival tras sus presentaciones de 2013 y 2016.