Rafael Ithier, fundador y director de El Gran Combo de Puerto Rico, falleció el 6 de diciembre de 2025 a los 99 años en San Juan, dejando un legado irrepetible en la historia de la salsa.
Un pionero de la salsa
Rafael Ithier Natal nació en San Juan en 1926 y desde muy joven se inclinó por la música, aunque inicialmente soñaba con ser pelotero. Su carrera comenzó en agrupaciones como el Conjunto Hawaiano y más tarde en Cortijo y su Combo, donde compartió escenario con figuras como Ismael Rivera. En 1962, tras separarse de Cortijo, fundó junto a Martín Quiñones y Eddie “La Bala” Pérez la orquesta El Gran Combo de Puerto Rico, que con el tiempo sería conocida como La Universidad de la Salsa.
El Gran Combo es un símbolo cultural
Bajo la dirección de Ithier, El Gran Combo se convirtió en una institución musical con más de seis décadas de trayectoria. Su repertorio abarcó guarachas, plenas, boleros, merengues y, por supuesto, salsa, consolidando un sonido bailable que marcó generaciones. Éxitos como Brujería, Ojos chinos, No hay cama pa’ tanta gente y Un verano en Nueva York se convirtieron en himnos de la música caribeña.
La agrupación grabó más de 70 discos y se presentó en escenarios de los cinco continentes, llevando la identidad puertorriqueña a nivel global. Su disciplina y constancia fueron reconocidas como un modelo de profesionalismo dentro del género.
Reacciones y homenajes
La noticia de su fallecimiento, producto de complicaciones de salud tras una neumonía, generó una ola de homenajes en la industria musical. Víctor Manuelle lo calificó como “uno de los pilares más importantes en la historia de la salsa”, mientras que Olga Tañón agradeció públicamente su influencia y profesionalismo.
El salsero Gilberto Santa Rosa lo despidió con palabras conmovedoras: “Con el dolor de un hijo que pierde a un padre, despido a mi querido viejo Rafael Ithier”. La propia orquesta El Gran Combo lo recordó como “el arquitecto de un sonido que marcó generaciones”.
Legado imborrable
Más allá de su talento como pianista y arreglista, Ithier fue reconocido por su visión empresarial y administrativa, que permitió sostener a El Gran Combo en momentos difíciles y convertirla en un taller de formación para decenas de músicos. Su capacidad para transformar la herencia de Rafael Cortijo en una identidad colectiva convirtió a la salsa en un símbolo cultural del Caribe.
Su partida marca el fin de una era, pero su música seguirá viva en cada fiesta, concierto y memoria colectiva donde la salsa sea protagonista. Rafael Ithier deja un legado que trasciende generaciones y reafirma a Puerto Rico como cuna de uno de los géneros más influyentes de la música latina.






