Migraciones un poema que empezó a escribir a sus 26 años y que aún se encuentra en proceso, es considerada la obra cumbre de la poeta
La poeta mexicana Gloria Gervitz obtuvo este martes en Chile el Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda 2019, galardón que se ha afianzado como un referente entre los reconocimientos literarios iberoamericanos.
La información fue entregada en el Espacio Estravagario, en la capital chilena, por la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Consuelo Valdés.
El jurado que otorgó el premio estuvo integrado por los escritores y académicos Manuel Silva Acevedo (Chile), Mauricio Redolés (Chile), María Negroni (Argentina), Miguel Ildefonso (Perú) y Ernesto Carrión (Ecuador).
Gervitz, nacida en México el 29 de marzo de 1943, es una poeta descendiente de judíos de Ucrania, que actualmente vive en los Estados Unidos.
Graduada en Historia del Arte, ha traducido al español obras de Anna Akhmatova, Lorine Niedecker, Marguerite Yourcenar, Samuel Beckett y Clarice Lispector.
A los 26 años comenzó a escribir un poema largo titulado Migraciones, que fue publicado por primera vez en 1979 y que continúa en proceso.
Desde entonces han ido apareciendo nuevas versiones del poema en ediciones ampliadas y revisadas.
Migraciones es la obra principal de la poeta y ha sido comparada con otros poemas largo aliento como Los Cantos de Ezra Pound, Cántico de Jorge Guillén, la Poesía Vertical de Roberto Juarroz o la obra de Saint-John Perse.
Este reconocimiento, creado en el año 2004 por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes a propósito del centenario del natalicio de Neruda (1904-1973), cuenta con el patrocinio de la Fundación Pablo Neruda y se entrega a un autor con una reconocida trayectoria en el mundo de la poesía iberoamericana.
Ejemplo de ello, es que en 2004 el premio fue a dar a manos del mexicano José Emilio Pacheco, quien obtuvo el Cervantes y el Reina Sofía en 2009.
También ocurrió con el argentino Juan Gelman, a quien se reconoció en Chile en 2005 y obtuvo después el Reina Sofía y dos años más tarde el Cervantes.
Algo similar aconteció con la cubana Fina García-Marruz, quien fue reconocida en 2013 en España y en 2007 ya había sido reconocida con el galardón, y con el chileno Nicanor Parra, quien en 2016 se hizo acreedor de ambos premios.