Desde la presentación del corto «Atlantique», de la primera directora negra que compite en el Festival, pasando por la denuncia social de Ken Loach y el lado humano de Elton Jhonn en «Rocketman», hasta el «Dolor y gloria»de Almodóvar, ocurrió este fin de semana de proyecciones
El fin de semana de proyecciones en el Festival de Cine de Cannes tuvo una variada gama de temáticas. La inmigración, tema siempre actual en nuestros días, fue narrada desde la mirada del que se queda.
Atlantique cuenta la historia de los jóvenes de Senegal que sueñan con llegar a España en busca de una vida mejor y no dudan en arriesgar sus vidas en el mar.
La senegalesa Mati Diop, la dirige.
Una ópera prima con la que Diop profundiza en un tema que ya trató en su primer cortometraje, «Atlantiques» (2009), que realizó tras regresar a su país después de una ausencia de diez años al sentir como la realidad le golpeaba duramente.
Quería contar «la realidad de los desaparecidos en el mar a través de la mirada de una mujer» y reflejar como una parte de la juventud de Senegal ha desaparecido en el mar», señaló la primer mujer senegalesa y la primera directora negra que compite en el Festival de Cannes, algo que le enorgullece pero que también le entristece.
El drama social de Ken Loach
La búsqueda de Ken Loach de su tercera Palma de Oro en el Festival de Cannes reposa de nuevo en la denuncia social con Sorry we missed you, una película en la que el director británico retrata el coste humano del capitalismo.
La acción gira en torno a una familia de clase media baja, ahogada social y económicamente tras encadenar durante años trabajos precarios.
«Hemos pasado de la seguridad laboral a la inseguridad. La gente puede ser despedida de un día para otro. Hemos intentado ver el efecto de todo ese en el seno de una familia», dijo este viernes el realizador en conferencia de prensa.
Ricky (Kris Hitchen) es un antiguo trabajador de la construcción que perdió su empleo y la posibilidad de una hipoteca con la crisis económica de 2008. La cinta empieza con la descripción de un puesto de repartidor como falso autónomo, que le hace asumir todos los riesgos sin garantías con la esperanza de empezar a respirar un poco.
Un Elton Jhonn alcanzable
Un ser humano extraordinario pero a su vez un ser humano, es el lado de Elton Jhonn que se exhibe en Rocketman, una película dirigida por Dexter Fletcher, protagonizado por Taron Egerton y que se basa en largas conversaciones con el cantante.
La cinta fue muy aplaudida la noche del viernes en el pase de gala, tanto que Egerton acabó llorando -«me hicieron sentir como una estrella del rock»-, como casi hace hoy ante los periodistas cuando se emocionó recordando lo contento que se mostró el cantante británico cuando vio el filme.
Una historia que es más un musical que una biografía, en la que hay una explosión de música, sobre todo en la primera mitad, y en la que todos los personajes cantan, con sus propias voces.
Desde la Rocket man que le da título, por el filme pasan muchos de los temas míticos de John, como Your song, Don’t Go Breaking My Heart, Honky Cat, Don’t Let the Sun Go Down On Me, Goodbye Yellow Brick Road, I Want Love o I’m Still Standing.
A través de la música se va conociendo a Regie Dwaight -nombre real de Elton John-, un niño con un talento extraordinario para la música, con un padre ausente y una madre muy crítica, que encontró apoyo en su abuela para dedicarse a la música.
La sexta de Almodóvar
Con un aplauso de más de cinco minutos, así fue recibida Honor y Gloria, la sexta película que presenta Pedro Almodóvar en el Festival de Cannes.
«Evidentemente hay mucho de mí en este filme, pero desde el momento en que empiezas a escribir, la ficción domina el relato. Estoy muy presente en la película pero de modo totalmente literal», explicó el director a la tele del festival.
Aseguró que es maravilloso estar en Cannes «porque el público del Gran Teatro es el más cálido que he conocido en todo el mundo», además de que es un festival que celebra el cine de autor y eso es «algo que hay que apoyar».
El ministro español de Cultura en funciones, José Guirao, Rossy de Palma aseguró que Dolor y gloria es «puro cine», una «obra maestra».
Aprender a decir no
Hay un evidente heroísmo en la actitud del protagonista de A Hidden Life, de Terrence Malick, el de plantarse ante los nazis y decir ‘no’, algo «cada vez más raro en el mundo de hoy, en el que todos montamos en el mismo tren» sin cuestionarnos si es el correcto.
La película cuenta una historia real situada en plena Segunda Guerra Mundial, pero podría ser sobre la sociedad actual, en la que no nos atrevemos a hablar cuando vemos algo que está mal, como ocurre ahora en Europa, afirmó el actor protagonista, el alemán August Diehl.
Como hizo el austríaco Franz Jägerstätter, que sintió que era equivocado luchar con los nazis, ahora es «el momento de levantarse para luchar contra la oleada de la extrema derecha en Europa, que va a en una muy mala dirección».
Es lo que plantea Malick con una preciosista y dura historia, la de Jägerstätter, que se enfrentó a su pueblo y a su familia porque se negó a luchar por los nazis y a jurar fidelidad a Hitler y al Tercer Reich.
Con información de EFE.