En claves|¡Castellano, qué bueno bailaba usted! Hace 100 años nació «el príncipe del mambo» Benny Moré

Rocío Cazal

También le decían «el bárbaro del ritmo» y «el sonero mayor de Cuba». Hoy lo recordamos con anécdotas y con su música

Bartolomé Maximiliano Moré Gutiérrez, un campesino nacido el 24 de agosto de 1919, en Cienfuegos, Cuba, nunca imaginó que sería una estrella internacional.

Más que suerte, por cosas del destino, a principios de los años ’50 le tocó cantar con la Orquesta Matamoros, con la que se destacó y, por lo tanto, se lo llevaron de gira a México. Allí empezó su éxito como cantante.

Pero el reconocimiento, la fama y la riqueza nunca le quitaron su sencillez: volvió a su tierra natal y de allí más nunca lo sacaron, aunque las disqueras se peleaban por él. Allí estaban sus raíces y allí los dejó en el 63, cuando murió en La Habana.

Hoy «el príncipe del mambo», «el bárbaro del ritmo» y «el sonero mayor de Cuba», como era conocido Benny Moré, cumpliría cien años y Contrapunto lo recuerda así:

  • «Benny se va a La Habana porque quería ser cantante desde muy chamo. De hecho, un día lo escucha Ciro Rodríguez, un integrante del Conjunto Matamoros, y al pasar el tiempo, por 1945, Miguel Matamoros estaba afónico, no podía cantar. Ahí Ciro dijo: vamos a contratar a este muchacho, que es un duro. Ahí comienza a construirse la figura de Benny Moré, que en ese entonces le decían Bartolo, por Bartolomé», recuerda el melómano Vladimir Sosa Sarabia.
  • Benny se fue de gira a México con el Conjunto Matamoros y decidió quedarse ahí «probando suerte». El músico Miguel Matamoros le dijo que con su diminutivo Bartolo, como le llamaban, no iba a llegar a ningún lado: «Cámbiate ese nombre, es muy feo, significa burro». Ahí decidió llamarse Benny.
  • Aparece en su vida Dámaso Pérez Prado, creador del mambo, y Benny empieza a meterse en ese género musical con la orquesta de éste y toca temas como Rabo y oreja, Locas por el mambo y Paquito E’che, entra muchos.
  • «El era exquisito; en la extravagancia de su ropa y en lo desgarbado de su figura; era exquisito en su poder de convocatoria y en su arte comunicacional. Nunca supo leer ni escribir una partitura y sin embargo pocos como él para dirigir una orquesta, ni para improvisar, ni para dibujar las flores coreográficas que él dibujó», recuerda la periodista Lil Rodríguez en su libro «Bailando en la casa del trompo» .
  • Fue a principios de los ’50 cuando vuelve a Cuba y sigue su carrera en franco ascenso y funda su big band, importante desde el punto de la música afrocaribeña.
  • El periodista Humberto Márquez recuerda que en 1955 en los estudios de la CMQ, en La Habana, estaba el maestro Aldemaro Romero, donde Benny Moré grabaría el tema Alma libre con Alfredo Sadel: «El cuento es que no llegaba el Benny, quien tenía una fama de impuntual igual o peor que Héctor Lavoe. Eso hizo que Sadel estuviera bien molesto de tanta espera. Ahí dijo: ‘yo me voy’. En eso llegó el Benny bien rascado y éste se molestó más. Todavía Benny lo convenció: ‘vamos a grabar’ y ahí quedó uno de los temas inmortales grabados por ambos grandes de la época publicada por la RCA Víctor».
  • Por los años 60, el entonces presidente cubano Fidel Castro le pidió que lo acompañara con su canto en una campaña de alfabetización y éste asumió ese compromiso con seriedad.
  • Disqueras del mundo trataron de sacar a Benny Moré de Cuba y él dijo que no, que él  era cubano y que no estaba pendiente de irse para ningún lado. «Recibió miles de tentadoras ofertas, pero se quedó al lado de su gente y ayudando en lo que podía. Famosa es la anécdota en la que se cuenta que un personaje le ofreció millones para que se fuera a Estados Unidos. Benny dijo ‘Está bien’. Me voy, pero debo llevarme a toda mi familia. Satisfecho, el empresario le dijo que no había problemas y preguntó cuántos eran. Y fue entonces cuando Benny le respondió con su inolvidable sonrisa: ‘Son cinco millones de cubanos'», recuerda Lil Rodríguez.
  • Cienfuegos fue un tema tributo a la provincia donde nació y puso a bailar a más de uno.
  • La Culebra, Yiri Yiri Bon y Yo no fui fueron algunos de los grandes éxitos del príncipe del mambo.
  • En aquella época graba temas como La Culebra, Yo no fui y Vertiente Camagüey, entre tantos éxitos.
  • Moré inmortalizó el bolero Cómo fue, unas de las más bellas canciones de amor.

Y cómo olvidar Qué bueno baila usted, que aún se escuchan en algunas fiestas tipo rocola.

Para rendir un homenaje al centenario de este grande músico cubano,desde este sábado 24 de agosto estará abierta al público una exposición pictórica de más de nueve piezas con imágenes del artista, bajo la curaduría de Freddy Quintero, en la Casa de Nuestra América José Martí, ubicada entre las esquinas de Veroes y Jesuitas, en la parroquia Altagracia, en Caracas.