En un mundo donde los avances médicos permiten prolongar la vida más allá de lo imaginable, la eutanasia emerge como una pregunta incómoda pero inevitable: ¿cuándo se vuelve legítimo el deseo de morir? ¿Y quién tiene el derecho de decidirlo?
La palabra “eutanasia” proviene del griego eu (bueno) y thanatos (muerte), y originalmente significaba “buena muerte”. Hoy, el término se refiere al acto médico, activo o pasivo, de provocar la muerte de una persona que sufre una enfermedad incurable, con el fin de evitarle sufrimientos físicos o psicológicos intolerables. Pero detrás de esta definición técnica se esconde una de las discusiones más profundas de nuestro tiempo: la tensión entre el derecho individual, la ética médica y los valores culturales.
Tipos de eutanasia
La eutanasia puede clasificarse según la forma en que se realiza y el consentimiento del paciente:
–Activa: el médico administra directamente una sustancia letal.
–Pasiva: se suspenden tratamientos que prolongan artificialmente la vida.
–Voluntaria: el paciente solicita explícitamente el procedimiento.
–No voluntaria: se aplica sin consentimiento directo, por incapacidad del paciente.
–Suicidio asistido: el paciente se autoadministra la sustancia letal, con apoyo médico.
Cada modalidad plantea dilemas éticos distintos, especialmente cuando el paciente no puede expresar su voluntad o cuando existen presiones familiares, sociales o económicas.
Países donde está permitida la eutanasia
Aunque la mayoría de los países prohíben la eutanasia, algunos han optado por legalizarla bajo estrictas condiciones. Aquí un resumen por continente:
Europa
- Países Bajos (desde 2002)
- Bélgica (2002)
- Luxemburgo (2009)
- España (2021)
- Portugal (2023)
América
- Colombia (despenalizada en 1997, regulada en 2015)
- Canadá (2016)
- Ecuador (2024)
Oceanía
- Nueva Zelanda (2021)
- Australia (legal en varios estados como Victoria y Western Australia)
Estados Unidos
- No existe una ley federal, pero el suicidio asistido es legal en:
-Oregon
-Washington
-Vermont
-Colorado
-Montana
Suiza: No permite la eutanasia activa, pero sí el suicidio asistido, incluso para extranjeros, lo que ha dado lugar al llamado “turismo de la muerte”.
Argumentos a favor
A favor:
- Respeto a la autonomía del paciente.
- Alivio del sufrimiento físico y emocional.
- Evita la prolongación artificial de la vida sin calidad.
En contra:
- Riesgo de abusos o presiones indebidas.
- Dilemas éticos para los profesionales de salud.
- Conflictos con creencias religiosas y culturales.
¿En América Latina?
La región avanza lentamente. Colombia ha sido pionera, y Ecuador se sumó recientemente tras el caso de Paola Roldán, quien luchó por su derecho a morir dignamente. En otros países como México, Argentina, Chile y Uruguay existen leyes de “voluntad anticipada” que permiten rechazar tratamientos, pero no autorizan la eutanasia activa.
Con información de edalyc.org / scielo.org