Aunque parece que para algunos sectores están devaluadas, las palabras diálogo y negociación están presentes en las perspectivas para Venezuela que observa Aníbal Sánchez, diputado y analista. Sánchez, sin embargo, pone los pies en la tierra y advierte que puede imponerse el caos si no se avanza en un pacto que convenga a todos los sectores. Ese pacto incluye, por ejemplo, que oficialismo y oposición compartan el poder; que el mandatario Nicolás Maduro acepte una transición y que se ofrezcan garantías reales para todos los factores involucrados.
En entrevista por WhatsApp, Sánchez considera que es improbable que el gobierno venezolano pueda mantenerse como hasta ahora.
-¿Estamos condenados en Venezuela a un escenario caótico?
-No, no estamos “condenados” de manera inevitable, pero el riesgo de un episodio caótico en los próximos meses es extremadamente alto si no se activa una tercera vía negociada, como advierto en mi análisis original. (@AnibalSanchezOF) Esto no es pesimismo ni profecía, sino una proyección lógica basada en la dinámica actual: un Trump agresivo en su segundo mandato, un Maduro atrincherado y una oposición fragmentada que no ha construido suficiente poder local. A diciembre de 2025, la tensión ha escalado drásticamente: Trump ha rechazado ofertas de Maduro por amnistía y alivio de sanciones, cerrando el espacio aéreo venezolano y preparando opciones militares, lo que acelera el reloj del caos.
Para Sánchez, los elementos clave de este caos incluirían:
- Inestabilidad económica aguda: Riesgo de la Pérdida total de ingresos petroleros (6-8 mil millones de dólares anuales) por salida de Chevron, sanciones secundarias a compradores como India y China, y posible bloqueo naval encubierto, detalló. «En tres meses: escasez de gasolina y gasoil; en seis meses: colapso en importaciones de alimentos básicos (maíz para harina de pan), medicamentos y divisas, con inflación rebotando a 4-5 dígitos mensuales y apagones generalizados».
- Vacío de poder y violencia social: Si Trump “cesa” a Maduro reconociendo a un interino opositor (como Edmundo González o María Corina Machado), la Fuerza Armada y la oposición dividida «generarían un poder paralelo inestable, llenado rápidamente por actores no democráticos (carteles, milicias). Hambre y rabia popular escalarían protestas, con distanciamiento de oficiales medios y cuadros chavistas».
- Fragmentación política y migratoria: Persecución renovada a opositores, éxodo masivo (millones más huyendo) y polarización hemisférica, con México fingiendo neutralidad pero sin respaldar a EEUU, describe Sánchez. «El caos no es deseo, sino consecuencia: Venezuela tiene potencial inmenso, pero sin pacto, el pueblo paga el precio».
-¿Qué puede anticipar para Venezuela si el mandatario Nicolás Maduro sale del poder por la acción de EEUU?
-Si Maduro sale por presión directa de EEUU (escenario de “Puerta 1”) anticiparía un caos peor que el actual: inestabilidad total inicial, con un interino opositor (posiblemente González o Machado, elevada con apoyo diplomático y financiamiento encubierto) enfrentando un vacío de poder. La FANB, no alineada del todo, podría fracturarse, permitiendo que grupos armados llenen el hueco rápidamente. A corto plazo (3-6 meses): protestas violentas, persecución a chavistas leales y oposición dividida sintiéndose “perseguida de nuevo”, como en 2019. A mediano plazo, si se estabiliza, apertura económica gradual con inversiones petroleras, pero solo si hay amnistía creíble y reinstitucionalización. Trump ya ha reconocido opositores y desplegado militar en el Caribe, señalando metas más amplias. El resultado: no un “mejor escenario” inmediato, sino un período de turbulencia que la Casa Blanca sabe riesgoso, por eso avanza con cautela pese al lobby.
-María Corina Machado asegura que ya Venezuela está sumergida en el caos. ¿Cuál sería la diferencia de intervenir EEUU?
-Machado tiene razón en que Venezuela ya vive un “caos profundo y total” bajo Maduro: represión post electoral, hiperinflación latente, escasez crónica y éxodo masivo, como ella lo describió al aceptar el Nobel de la Paz en octubre 2025. Refuta la narrativa del régimen de que “si Maduro va, viene el caos”, argumentando que el caos actual es el verdadero enemigo, y apoya explícitamente intervención militar de EEUU como “medida necesaria” si fallan otras opciones. La diferencia con una intervención de EEUU sería la escala y velocidad: el caos actual es “lento” (asfixia económica sostenida), pero una acción trumpista (reconocimiento interino + sanciones letales o fuerza limitada) aceleraría un colapso rápido, con potencial para violencia armada y fractura institucional. Machado ve en Trump un aliado para su “manifiesto de libertad”, apostando a que la remoción de Maduro detenga el sufrimiento masivo, pero ignora el riesgo de vacío de poder que yo destaco: no resuelve la división opositora ni la lealtad militar. En resumen, pasamos de caos crónico a caos agudo, con esperanza de transición solo si se negocia, no se impone.
-Si Maduro resiste y se queda, ¿necesariamente el país sería bloqueado y llevado a una crisis económica mayor? ¿O podría sostenerse como hasta ahora?
-No necesariamente un bloqueo total inmediato, pero sí una escalada inevitable a crisis mayor si Maduro resiste (escenario “Puerta 2”, probable a corto plazo). Trump, fiel a su estilo, ya ha rechazado concesiones como elecciones “justas” o control militar compartido, programando anuncios duros para esta semana. Podría cerrarse la “válvula del petróleo” definitivamente: salida de Chevron, sanciones a aliados como China e India, y cese diplomático-financiero, cortando los 6-8 mil millones anuales que permiten “respirar”. Sostenerse “como hasta ahora” es improbable: el régimen ya negocia su salida (ofreció dos o tres años de transición, rechazado), y con Trump autorizando fuerza contra carteles, el cerco se cierra. En tres meses: sin combustible; en seis: sin importaciones básicas, inflación galopante y distanciamiento interno (oficiales medios rompiendo). No es apuesta deseable, pero evitable solo con pacto.
-¿Ve posible una transición negociada? ¿De qué depende? ¿Qué cosas perderían y qué cosas ganarían los sectores enfrentados?
-Sí, la veo posible y esencial. La describí como la “Puerta 3” en el ejercicio. No es utopía, si se trabaja: es el “combustible” del realismo ante el caos de las otras puertas. Depende de: 1) Unidad opositora en una mesa para construir poder local y gremial; 2) Presión a Trump para incluirla en su agenda 3) Maduro viendo el caos peor que el pacto, vía mediación internacional creíble (fases, amnistía, reinstitucionalización).
¿Cuáles son las condiciones que evalúa Sánchez? «El marco ideal es una coalición nacional donde chavismo retiene ministerios clave (petróleo, defensa), oposición gana espacios y economía se abre gradualmente con inversiones», detalla. En ese escenario:
- Maduro: Pierde poder absoluto y narrativa de “resistencia”, pero gana amnistía personal/familiar, salvoconducto y evita colapso total, una cuota parcial y rol en transición si pacta temprano.
- Militares (FANB): Pierden lealtad forzada a Maduro, pero ganan reinstitucionalización, presupuestos estables y rol en coalición (defensa), evitando fractura.
- Machado: Pierde momentum “todo o nada”, pero gana posiciones ejecutivas, legitimidad global (Nobel) y avance democrático real, no solo simbólico.
- El pueblo gana todo: estabilidad, producción y fin al hambre.
-A su juicio, ¿qué puede hacer ver a Maduro que es mejor el pacto que el caos?
-Lo que puede convencer a Maduro es la evidencia irrefutable de que el caos lo arrastra a él y a su círculo, no solo al pueblo. Ya lo intuyen otros con los supuestos ofrecimientos, como renunciar con amnistía y transición de dos años, pero Trump lo rechazó, cerrando puertas y escalando a ultimátum (“vete ahora o enfrenta la tormenta”). Las claves son 1) Pérdida inminente de ingresos petroleros y aislamiento (cierre aéreo, designación terrorista del supuesto Cartel de los Soles); 2) Fractura interna (oficiales medios distanciándose); 3) Presión aliada (Rusia/China no blindan ante Trump); 4) Oferta concreta de mediación (ONU/EEUU) con amnistía y fases, mostrada como “salida digna” versus remoción forzada. Si ve que resistir significa el fin personal (sin familia a salvo, sin legado), el pacto –incluso reteniendo influencia– será la opción racional.
Sánchez estima que la oposición y Trump deben empujar un pacto ya, «antes del “hot” en 2026».
