El canciller de Venezuela, Yván Gil, agradeció este lunes a Cuba por denunciar la «patraña» del Cartel de los Soles, luego de que el canciller cubano, Bruno Rodríguez, dijera que esta organización es un «fetiche inventado» por los servicios de espionaje de Estados Unidos con el fin de justificar acciones violentas para derrocar el Gobierno venezolano.
El pronunciamiento de Cuba se dio luego de que el Departamento de Estado estadounidense designara como grupo terrorista extranjero al Cartel de los Soles, que Washington vincula con la cúpula del Ejército y del Gobierno venezolano, aunque el chavismo considera que se trata de un «invento».
El canciller venezolano agradeció el pronunciamiento de su homólogo cubano y afirmó que la región de Latinoamérica y el Caribe ha «tomado una decisión clara: ser libre y soberana».
Este lunes, y tal como se tenía previsto, el Departamento de Estado confirmó la designación oficial del Cartel de los Soles como grupo terrorista extranjero, lo que da a la Administración de Donald Trump herramientas adicionales para aumentar la presión sobre el Gobierno de Nicolás Maduro.
Esta decisión se dio a conocer después de que el Departamento del Tesoro de EE.UU. ya catalogara en julio al Cartel de los Soles -una organización de la que se conoce muy poco- como un grupo terrorista global especialmente designado (SDGT).
Pese a que las autoridades estadounidenses aseguran que el Cartel de los Soles (nombre que supuestamente procede de las insignias que lucen los generales) es un grupo integrado principalmente por militares venezolanos desde la década de 1990, las averiguaciones de la Administración de Control de Drogas (DEA) no se oficializaron hasta marzo de 2020, durante el primer mandato de Trump.
Fue entonces cuando el Departamento de Justicia reconoció formalmente la existencia de este grupo que asegura encabezan Maduro y su titular de Interior, Diosdado Cabello.
La designación del Cartel de los Soles coincide con la intensificación de la estrategia de presión de Trump sobre su homólogo venezolano a través de un creciente despliegue militar en el sur del Caribe con el que la Casa Blanca dice que busca combatir el narcotráfico, aunque Maduro considera que es intento para propiciar un cambio de régimen en Venezuela.






